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jueves, 29 de abril de 2021

Galletas Danesas "Vaniljekranse" (las galletas de la lata azul)


Cuaresma, Semana Santa y Pascua..., ¡vaya 2 meses de cocinar cosas ricas hemos pasado! Tenemos una excelente gastronomía en nuestro país para estas fechas, pero en las redes sociales "gastronómicas" nos bombardean con recetas de aquí, y de allá... 

Hace unas semanas escuché a Ibán Yarza hablar de los Semlor: unos bollitos que deben de estar de muerte, que se elaboran en Suecia en temporada de Cuaresma (los tengo que hacer aunque sea en agosto). Si queréis salibar a tope buscadlos en Google. Es un bollo suave relleno de mazapán y nata montada y decorado con azúcar glass. ¡Casi nada!

El caso es que después de ver tanto bollo sueco me puse en "modo repostería nórdica", que es tan apetecible y a la vez desconocida para mí: bollos, galletas, bizcochos, mantequillas, especias, bayas... Todo un delicioso mundo por descubrir.

De la mano de Brontë Aurel y su libro "Scandikitchen - Fika & Hygge" encontré una receta de galletas danesas que no sé por qué se me antojaron. Pegué el salto del sofá y dije "Manos a la obra, éstas caen hoy".



Son relativamente sencillas de hacer y riquísimas. Es más, son calcadas a las galletas danesas de lata: igualitas. No las comía desde pequeña y me transportaron a ese momento de abrir la caja y verlas todas ahí en sus papelitos blancos y pensar: ¿cuál cojo? Aunque vaya dilema tonto, porque todas sabían igual.

La única dificultad que tienen es que la masa es bastante consistente, por lo que os recomiendo (también lo dice el libro) usar una manga pastelera de tela (no de plástico), una boquilla rizada que sea ancha, poner poquita cantidad de masa en la manga (para poder apretar más fácilmente) e irla rellenando, y unos buenos brazos o alguien que os eche una mano. Cuanto menos fría esté menos costará manejarla.

Otra opción que nos da el libro es hacer un rollo y cortarlas con cuchillo. Si no queréis complicaros este puede ser otro método, pero no sé cómo saldrán, yo no lo he probado.

Pues venga, aquí las tenéis. Espero que os gusten


INGREDIENTES (para unas 50 galletas, aunque dependerá mucho del tamaño que le deis):

  • 1 Vaina de Vainilla o un sobre de Azúcar Vainillado
  • 250 grs. de Azúcar
  • 250 grs. de Mantequilla fría (cuanto mejor sea más ricas estarán las galletas)
  • 325 grs. de Harina
  • 1 pizca de Sal
  • 1 cucharadita de Levadura
  • 75 grs. de Almendra en polvo o Harina de Almendra
  • 1 Huevo
  • 50 grs. de Almendras en cubitos (o partidas en trozos pequeñitos)
Si utilizamos la vaina de vainilla, la molemos (toda la vaina) con unos 100 grs. de azúcar en un molinillo de café o similar. Después tamizamos para descartar los trozos que no se hayan molido bien.

En un robot de cocina, KitchenAid o similar (o a mano si no tenéis), mezclamos la harina con la mantequilla, la sal, la levadura, el azúcar vainillado (casero o de sobre). Quedará una textura homogénea y granulosa.

Añadimos la harina de almendras y el resto del azúcar. Seguimos mezclando. Ahora añadiremos el huevo y la almendra troceada. Volvemos a mezclar. Debe quedar una mezcla uniforme y suave. 

Precalentamos el horno a 200ºC. 

Ponemos una parte de la masa en la manga pastelera con una boquilla rizada grande, y la "amasamos" una vez dentro para intentar que se suavice y poder sacarla más fácilmente. Sobre una bandeja de horno ponemos una lámina de papel de horno, teflón o tapete de silicona para hornear (a mí me dió para 3 hornadas). Con paciencia sacamos "churros" de unos 10 cm. y enrollamos dando forma de rosquilla. Dejamos espacio entre ellas pues crecerán algo en el horno.

Enfriar en la nevera o el congelador un rato antes de hornearlas para que entren en el horno frías y mantengan lo mejor posible el aspecto rizado.

Horneamos a 200ºC con calor arriba y abajo entre 8-10 minutos (depende de vuestro horno).

Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla cuando podamos manejarlas sin quemarnos (recién sacadas, cuando están calientes, pueden partirse si las movemos).

Conservar en una lata. Las mías llevan una semana y están como el primer día. 


domingo, 30 de septiembre de 2018

Tarta de Queso La Viña (¡la auténtica receta!)



¡Hola a todos! Casi un año sin publicar..., ¡ay madre mía! Y es que soy "culillo de mal asiento", y no paro, y siempre tengo algo. Primero un niño, luego otro, luego me da por estudiar inglés, después italiano... Y bueno, ahora hago parón con los idiomas, tengo a los peques más grandes y voy a intentar ponerme de nuevo con el blog, que aunque esté "aparcadillo", siempre está en mis pensamientos seguir publicando y compartir por aquí mis recetillas.

Si vierais la cara de asombro que pongo cuando alguien me dice "que no tiene hobbys", ¡Dios mío de mi vida! ¡Si yo es de lo que más tengo en el mundo! Veamos, me gusta la cocina, me gustan las manualidades, me gusta tocar instrumentos (guitarra, cajón, ukelele), me gustan los idiomas, me gusta viajar (¿a quién no?), me gusta bailar flamenco, bordar, hacer ganchillo, andar por la montaña, ir al gimnasio, leer... Y paro, porque pienso todo lo que me gustaría hacer y no tengo tiempo, y me da un coraje... ¿Cuántas vidas tendría que vivir yo para hacer estas cosas? Pero bueno, en el "number one" de mis hobbys sigue estando la repostería, así es que este blog por ahora no tiene mucho que temer.

Aparte de las aficiones ya comentadas, están "los vicios" (los confesables). Entre ellos, como casi todos, el móvil, las redes sociales y... Pinterest, que es una tentación diaria: fotos y fotos de platos deliciosos por hacer y poco tiempo para ponerme con ellos. 

Como sabéis los blogueros o aficionados a la cocina Pinterest pone de moda muchas recetas. No se sabe por qué, ni cómo, pero de repente hay una receta que toooodo el mundo hace o quiere hacer. La mayoría buscan la receta exacta, otros hacen versiones, otros ajustarla a los ingredientes que tienen en casa, y algunos simplificarla o al contrario, hacerla más sofisticada. Ves 50 y todas son distintas. Pero a mí cuando esto sucede trato de investigar y encontrar la receta original. Pues eso me ha pasado con el pastel de queso que hoy os traigo. Bueno, a mí y al 99% de los que la hacen. Dicen que está en el top ten de las tartas de queso más ricas de España (no sé si será este el ranking), pero desde luego en casa ha encantado. 

Investigando, investigando encontré este vídeo. En él, el creador de esta tarta cuenta con todo detalle cómo la hace. Así es que solo tuve que ver el vídeo e ir a comprar los ingredientes. He de deciros que es una de las tartas de queso mas fáciles y rápidas de hacer. Tiene solo 5 ingredientes (en mi caso 6). Todo mezclado, batidora y al horno. No hay ni que engrasar el molde, pues el sistema que usa para hornear incluso lo simplifica. Y en cuanto al sabor... exquisita. Es muy suave y cremosa y un sabor muy delicado. La receta original no lleva limón. Yo le añadí la ralladura para que tuviera ese toque que a mí me gusta tanto. En fin, que esto es todo un lujo. Por supuesto que la voy a repetir una y mil veces. Os recomiendo ver el vídeo, aunque yo os transcribo aquí la receta:

INGREDIENTES (para un molde redondo de 26 cm. de diámetro)
  • 1 kg. de Queso de untar tipo Philadelphia (supongo que con Mascarpone también debe quedar estupenda)
  • 7 Huevos
  • 400 grs. de Azúcar
  • 1 y 1/2 cucharadas de Harina
  • 500 ml. de Nata para montar
  • Ralladura de 2 Limones (aportación personal, opcional por tanto)
Como es muy rápida de hacer podemos precalentar antes de empezar el horno a 210ºC.

Vertemos en un bol grande (son más de 2 kilos de ingredientes) el Queso crema, los Huevos y el Azúcar y mezclamos con unas varillas intentando deshacer los grumos del queso. Añadimos la Harina, mezclamos, y por último la Nata y la Ralladura del limón. Cuando hayamos terminado pasamos la batidora (en este vídeo no se ve, pero en otro que tiene sí he visto que lo hace así). Reservamos.

Cogemos una hoja de papel de hornear, la mojamos bajo el grifo y la estrujamos para que suelte el agua y que sea más maleable para colocar en el molde. La extendemos sobre el molde e intentamos darle la forma del mismo. Vertemos la mezcla sobre el papel y horneamos a 210ºC unos 40 minutos. Yo a partir de los 30 minutos estoy pendiente y si la veo muy tostada la cubro con papel de aluminio para que no se queme más de la cuenta. Cortamos el horno y la sacamos. 

Dejamos enfriar y después metemos en la nevera mínimo 3-4 horas para poder tomarla fresquita. 

Eso es todo. Como dicen en mi tierra: "lo tiene todo mi Maria Antonia": fácil, deliciosa y rápida de hacer. Un lujo.




domingo, 22 de enero de 2017

Cheesecake de Nutella (con opción Sin Gluten)



Espero que ninguno de vosotros hayáis empezado todavía la operación bikini o el "voy a perder esos kilitos que he cogido en Navidad", o que os hayáis hecho veganos, o que no os guste la Nutella... Si es así "pasapalabra" y no miréis esta receta. Quitad la vista de la pantalla porque vais a caer en la tentación...

Es verdad que últimamente mi tendencia es a comer sano, a mirar las etiquetas para no comer cosas poco sanas sin saberlo, a hacer postres ligeros... Cualquiera de estos argumentos echan esta receta por tierra. Pero que sería la vida sin estas licencias que a veces nos tomamos. Y decir: "un día es un día". No es lo habitual en mí, pero sí de vez en cuando (especialmente en fines de semana y fiestas especiales) echo la casa por la ventana y me doy algún capricho "insano".

Estas fotos son del cumpleaños de mis amigas Elena y Lola de hace un par de años. Tienen solera ya, jeje. Pero aunque tengan tanto tiempo esta tarta es una de mis básicas para cumpleaños de choco-adictas, como es el caso de las reuniones con mis amigas. Es fácil de hacer, aunque parezca empalagosa no lo es (es bastante ligera aun siendo de chocolate) y podemos hacer versión Sin gluten solamente cambiando la base de la tarta (os lo paso en la receta).

La receta la tomé prestada de "Las Rectas de MJ", un blog que me gusta mucho y del que he hecho bastantes cosillas. Os la recomiendo. Ya os digo, yo la he hecho ya 3 o 4 veces y no suele sobrar. La base es muy especial pues queda como una chocolatina crujiente. Eso sí, a la hora de cortar cuesta un poquito más, pero merece la pena el contraste chocolate duro-mousse. Yo he cambiado un poco las proporciones de la base para que no quede tan dura y se pueda cortar más fácilmente.

Os pongo la receta original para molde de 23 cm., y mi adaptación a molde de 26 cm. (entre paréntesis) que es el que suelo usar para fiestas multitudinarias.




INGREDIENTES (para moldes de 23 y 26 cm):

Para la Base:
  • 180 grs. de Chocolate de Cobertura (tipo Nestlé Postres) (230 grs.)
  • 80 grs. de Nutella (100 grs.)
  • 60 grs. de Avellanas tostadas (80 grs.)
  • 60 grs. de Arroz inflado chocolateado (80 grs.)

Para la Base Sin Gluten:
  • 300 grs. de Galletas tipo "María" Sin Gluten (390 grs.)
  • 115 grs. de Mantequilla (150 grs.)


Para la Mousse:
  • 500 grs. de Queso Mascarpone o de Queso de Untar (tipo "Philadelphia") (650 grs.)
  • 200 grs. de Nutella a temperatura ambiente (260 grs.)
  • 6 grs. de Gelatina en polvo (8 grs.)
  • 30 grs. de Agua (40 grs.)
  • 6 cucharadas de Nata para montar (8 cucharadas)
  • 300 grs. de Nata para montar MUY FRÍA (400 grs.)
  • 50 grs. de Azúcar glass (65 grs.)


Para decorar:
  • A vuestra elección: cualquier Golosina de chocolate, Nutella, Avellanas tostadas...



ELABORACIÓN

Base:

En un mortero machacamos las Avellanas hasta que queden en trocitos.
Derretimos el Chocolate al baño maría. También podemos hacerlo al microondas en golpes de 20 segundos y removiendo con una lengua cada vez que pase el tiempo. Una vez derretido le añadimos la Nutella, las Avellanas y el Arroz Inflado. Mezclamos bien.

Cubrimos nuestro molde con Papel de hornear y pintamos con Mantequilla los laterales. Depositamos la base en él y repartimos uniformemente. Dejamos enfriar en la nevera.


Base Sin Gluten:

Si tenéis Thermomix picamos las Galletas hasta que queden hechas polvo. Añadimos la Mantequilla previamente reblandecida en el microondas. 

Si no tenéis Thermomix metemos las Galletas en una bolsa Zip y las machacamos con un rodillo o algún objeto contundente. Añadimos la Mantequilla derretida al microondas.

Cubrimos el molde con Papel de hornear y pintamos con Mantequilla los laterales.
Introducimos la mezcla en el molde y con la ayuda de la base de una vaso apretamos bien la base. Ahora tenemos 2 opciones:
  • Metemos en el congelador para que se endurezca
  • Horneamos a 160ºC unos 12 minutos



Mousse de Nutella:

Mezclamos el Queso con la Nutella. Si tenemos robot de cocina genial. Si no unas varillas y un poco de fuerza ;-)

En un vaso mezclamos la Gelatina con el Agua. Cuando esté bien disuelta calentamos las cucharadas de Nata en un cazo y la añadimos la mezcla de la gelatina. Removemos bien y dejamos enfriar un poco.

Montamos la Nata. Debe de estar muy fría, de 5ºC para abajo. Yo la suelo meter unos minutos en un vaso de cristal en el congelador. Le añadimos el Azúcar glass y montamos. No debe quedar muy dura pues luego será muy difícil integrarlo todo. Debe tener un punto de nata semi-montada. 

Añadimos la Gelatina a la mezcla de Queso y Nutella. Removemos bien. Incorporamos la Nata montada y terminamos de mezclar con movimientos envolventes. Depositamos la mezcla en el molde y refrigeramos. Necesita su tiempo, por lo que os recomiendo dejarla toda la noche, y como poco 6-8 horas. Si la desmoldáis antes puede no haber cuajado bien y quedarse "chof"


Decoración:

Una vez desmoldada la podemos decorar con cualquier chocolatina, Nutella "en hilos", avellanas, bombones tipo Ferrero...


jueves, 15 de diciembre de 2016

Tarta de queso con Tocino de Cielo (Sin gluten)



Hoy he encontrado un ratito para publicar una entrada. Pensando en cual elegir del gran listado de recetas hechas que tengo pendiente, enseguida se me han ido los ojos a esta. Luego he pensado: "es del mismo estilo que la última que puse. Voy a buscar otra". Pero no, no he encontrado ninguna más deliciosa que esta. No os penséis que a partir de aquí mis futuras recetas no van a estar ricas, ¿eh? Pero es que esta se sale...

Es una combinación exquisita. El tocino de cielo que es un postre sublime. La tarta de queso, apuesta segura, no demasiado dulce, ya que el tocino aporta dulzor extra. Además, cocina española. Nada de glasas, buttercream ni "leches". Es una receta ideal para un café en casa con gente "no tan joven" que es a este tipo de dulces al que está acostumbrado o para invitar a alguien que sea intolerante al gluten, vamos, un celiaco.

No sé si os he comentado que hace unos meses diagnosticaron a mi hermana mayor de celiaquía. Yo he estado haciéndome pruebas también, y aunque no lo soy, mi genética dice "estate pendiente", ya que en cualquier momento puedo desarrollar esta intolerancia. Esta circunstancia me ha impulsado a informarme acerca del mundo de la celiaquía y en la medida de lo posible, adaptar mis dulces a "sin gluten" principalmente cuando viene mi hermana a casa. De hecho este año hemos hecho los buñuelos para los Santos sin gluten, y ¡gran sorpresa": están mucho mucho más buenos y han salido más bonitos e hinchados que los que hacíamos anteriormente con gluten. Nos quedamos con la receta. Intentaré ponerla más adelante.

Igualmente, conforme vaya teniendo tiempo iré adaptando las recetas más fáciles a "sin gluten" por si hay alguien interesado.

Esta receta es del blog "Las recetas de Mamá" y originalmente ya es sin gluten (no he tenido que hacer ninguna adaptación), pero lo etiqueto como tal para poder ser "capturado" por aquellas personas interesadas.

Es un postre sencillamente perfecto, eso sí, el tocino es un producto bastante dulce y con una ración pequeña iremos más que saciados.



INGREDIENTES (para un molde rectangular de unos 30 cm.):

Para la Base:

Para el Tocino de Cielo:

Para la Tarta de Queso:
  • 250 grs. de Queso de Untar Hacendado (o cualquier otro Sin Gluten)
  • 200 ml. de Nata para montar
  • 5 cucharadas de Azúcar
  • 2 Huevos pequeños o 1 grande
  • 1/2 vaso de Leche
  • 1 cucharadita de Maizena
  • Ralladura de 1 Limón

Engrasamos el molde con un poco de mantequilla o aceite. Añadimos el Caramelo bien repartido por el fondo.

Preparamos un almíbar con el Agua y el Azúcar. Si tenemos termómetro tenemos que esperar a que la mezcla alcance una temperatura de entre 105º-108ºC y obtengamos un almíbar a punto de hebra floja. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco (que pierda el calor fuerte).

Mientras, batimos las Yemas y el Huevo con un tenedor suavemente para que no hagan espuma... O la versión bestia: con una batidora (al mínimo) y una vez batido quitamos la espuma que pueda tener por encima. Así nos aseguramos que no quedan hebras de clara de huevo. Si lo hemos hecho a mano pasamos esta mezcla por un colador. Si lo hemos hecho con batidora no hace falta.

Ahora añadimos el almíbar despacito a las yemas (no las yemas al almíbar) a la vez que vamos mezclando y ligando todos los ingredientes. Reservamos en la nevera.

Precalentamos el horno a 180ºC. Depositamos en él una bandeja más grande que nuestro molde (para hacer un baño maría) con agua suficiente para cubrir la mitad, al menos, de nuestro molde rectangular con la tarta. Dejamos que se vaya calentando.

Para hacer la tarta de queso no tenemos más que batir todos los ingredientes con la batidora.

Ahora mezclamos todos las capas. Sobre el molde caramelizado vertemos la capa de tocino. Ahora tendremos que añadir la tarta de queso. Para ello nos ayudamos con una cuchara para que vaya frenando la caída de la mezcla de queso. Es decir, agarramos una cuchara encima de la capa de tocino y vertemos sobre ella la mezcla de queso que caerá, con menor fuerza sobre la de tocino.

Cubrimos nuestro molde con papel de aluminio intentando sellar lo mejor que podamos (si no sella bien del todo no pasa nada). Horneamos al baño maría unos 60 minutos. Ante la duda debemos pinchar con un palito y este debe salir limpio. Si seguimos dudando no importa dejarlo unos minutos más. En este caso más vale que sobre horno a que falte, podríamos decir...

Pasados 10 minutos desde que hemos sacado nuestro molde pasamos un cuchillo de punta fina por los bordes. Ahora tenemos 2 opciones: refrigerar en la nevera con molde (para mí mucho más cómodo) o sin molde. A vuestro gusto. Colocamos un plato sobre el molde y damos un giro rápido. Desmoldamos, servimos y disfrutamos... 

viernes, 18 de noviembre de 2016

Bizcoflan de chocolate (Pastel Imposible)



Qué nombre más curioso el de esta receta. Sí, como lo leéis, "Pastel Imposible". Yo me preguntaba: ¿y cómo puede ser que si el bizcocho lo han puesto abajo ahora aparezca arriba? Aunque sea por conocer la base científica (mentira, era por probarlo), voy a hacer esta tarta. Y es que ya se sabe, la mayoría de las mujeres somos muy curiosas, y ese es uno de los secretos de este pastel: la curiosidad de la "inversión" de sus capas.

Por supuesto que el otro secreto (a voces) es que está buenísimo. Mezcla la suavidad del flan con el sabor de un bizcocho húmedo de chocolate, que queda muy gustoso. En casa nos ha encantado y van a ser más las veces que lo repitamos.

En cuanto a las cantidades deciros que cunde bastante. Con las que lleva la receta obtendréis un molde tipo "bundt" bien llenito del que perfectamente podréis obtener unas 14 raciones. Fácil, rico, bonito, con secreto..., ¿se puede pedir algo más a un bizcocho (flan)?.

La receta es del blog "Mis dulces Joyas", aunque podéis encontrar muchas más versiones si miráis un poco por internet (es uno de los bizcochos "famosos" que casi todas las blogueras hacemos). Yo he sustituido la salsa de toffe por caramelo a secas y queda estupenda. ¿No veis que pinta?

Un consejo: antes de hacer el Bizcoflan aseguraros que tenéis un molde adecuado: da igual el tipo de molde, pero debéis tener en cuenta que tenga unas 12 tazas de capacidad y que se pueda desmoldar bien. Además deberéis disponer de otra fuente más grande con profundidad, en la que quepa y se pueda hacer un "baño maría". Una vez que estéis seguros de que contáis con este equipo podéis empezar la receta.





INGREDIENTES (para un molde de "bundt cake" de un mínimo de 12 tazas de capacidad):

Para la capa de  Bizcocho:
  • 300 ml. Leche (o 310 grs. de Suero de leche)
  • 3 cucharaditas de Zumo de Limón o Vinagre
  • 250 grs. Harina
  • 3/4 cucharadita Levadura (tipo Royal)
  • 3/4 cucharadita Bicarbonato 
  • 30 grs. Cacao puro en polvo (yo uso Valor del que viene en lata)
  • 140 grs. Mantequilla (a temperatura ambiente, que esté blandita)
  • 200 grs. Azúcar
  • 1 Huevo (a temperatura ambiente)

Comenzamos preparando nuestro Suero de leche (o Buttermilk) casero. Para ello ponemos la Leche en un vaso y le añadimos el Zumo de Limón o Vinagre. Movemos y dejamos reposar 10-15 minutos. Veremos que queda una leche cortada, parecida al yogur. 

Tamizamos juntos la Harina, la Levadura, el Bicarbonato y el Cacao. Reservamos.

Con una Kitchenaid (accesorio globo) o batidora de varillas, batimos la Mantequilla con el Azúcar hasta que veamos que nos queda más blanca y esponjosita. Añadimos el Huevo batido e incorporamos. 

Con la velocidad al mínimo y cambiando al accesorio "pala", vamos añadiendo en unas 3 tandas la mezcla de Harina intercalando con el Buttermilk en 2. Es decir, Harina - Buttermilk - Harina - Buttermilk - Harina. Si no tenéis amasadora podéis hacer este paso a mano con una espátula y movimientos envolventes.

Ponemos a precalentar el horno a 175ºC. Depositamos dentro la fuente donde haremos el baño maría con suficiente cantidad de agua para que cubra al menos la mitad del molde (o un poco más por si se va evaporando en el precalentamiento).

Para la capa de Flan
:
  • 350 ml. de Leche Evaporada
  • 395 grs. de Leche Condensada (una lata pequeña)
  • 115 grs. de Queso de untar
  • 3 Huevos
  • 1 cucharadita de Extracto de Vainilla o un sobre de Azúcar Vainillado
  • Caramelo líquido (yo lo puse casero, la receta aquí)
Mezclamos todos los ingredientes de la capa de flan y batimos con la batidora hasta que quede todo bien mezclado.

Pincelamos bien el molde con mantequilla o aceite. Es importante hacer este paso bien para luego poder desmoldar sin problemas.

Cubrimos el fondo del molde con Caramelo líquido al gusto.

Ponemos encima la mezcla de Bizcocho. Alisamos para que quede bien parejo.

Añadimos la capa de Flan.

Cubrimos el molde con papel de aluminio y tapamos bien. Depositamos en la fuente que teníamos calentando en el horno con agua. Horneamos a 175ºC entre 75-90 minutos. Debemos pinchar con un palito y comprobar que este salga limpio: que el bizcocho esté cocinado (no crudo) y que el flan haya espesado. Como es un bizcocho húmedo (y tiene menos peligro de resecarse) mi consejo es que, ante la duda, más vale que os paséis de horno a quedaros cortos.

Una vez cocinado (y tras sorprendernos de que el bizcocho ahora está arriba), sacamos del horno y lo dejamos reposar una hora. Con un cuchillo de punta redonda y con cuidado vamos repasando las paredes del molde para despegarlo. Según todas las recetas que he visto en este momento recomiendan desmoldar. Yo tras pasar el cuchillo lo metí en la nevera (es mucho más cómodo para almacenar guardar el bizcoflan en el molde) hasta el día siguiente y desmoldé sin problemas, eso sí, con mucho cuidado.


sábado, 29 de octubre de 2016

Recetas para el Día de los Santos


Se acerca el Día de los Santos, ¡pero si lo tenemos ya encima! ¡Me encanta esta fiesta! Creo que es el día del año en el que se come mayor porcentaje de dulce por hora ¡una pasada! Y es que para una sola noche hay un montón de recetas típicas, y que lo son sólo para este día. Y siendo una vez al año..., si no las haces (o compras) hoy te tienes que esperar hasta el año que viene para degustarlas.

Yo soy de Jaén, y aquí hay un montón de platos típicos para este día. Es gracioso, porque siempre que nos juntamos tenemos mil postres, pero en casa no tenemos muy claro si hay algún plato salado típico para esta celebración. 

El caso es que os puedo enumerar un buen listado de postres para celebrar este día. 

En esta entrada os voy a enlazar con las recetas que he hecho o he probado personalmente. Unas son mías y otras no, pero os puedo asegurar que todas son exquisitas. Ahí las lleváis:




Esta receta es muy típica en mi tierra. Con esto no quiero decir que las coma todo el mundo, sino que es una comida propia de Jaén. Hace unos años me metí en la cocina con mi madre y cambiamos una receta "a ojo" por una con ingredientes pesados. ¡Donde va a parar! Yo sin peso no me apaño... Quedan exquisitas, muy finas y con un sabor a anís buenísimo. Hay que comer poquitas porque los ingredientes son contundentes, pero son mucho menos pesadas de lo que pueden parecer. Además, se hacen muy muy rápidas. Merece la pena lanzarse y probarlas.




Desde la Virgen del Pilar tenemos buñuelos en nuestras panaderías, es el dulce que más se come en este día. ¡A mí me encantan!, pero los que realmente me gustan son los que hace mi hermana. Los lleva haciendo un montón de años, y como es su terreno yo no me meto... Este año probaré a hacer una versión sin gluten para mi otra hermana, que es celiaca. Si salen buenos tendréis la receta para el año que viene. Aparte de la receta mi hermana tiene en su blog una entrada con una serie de consejos para "bordarlos". Como os dije el otro día acerca del pan: como los buñuelos hechos en casa, con AOVE y nata montada por uno mismo sin ese extra de azúcar de las panaderías... Por no hablar de los buñuelos de crema. ¡Mira que me gusta poco la crema de las pastelerías! Es que no se parece ni en el color, ni en la textura ni por supuesto en el sabor a una casera. Una crema debe ser como una natilla un poco más espesa, y no ser una crema amarilla parduzca que solo sabe a azúcar.




Otro dulce que mejora mucho hecho en casa por el dulzor extra que le ponen en las confiterías, ¿pero por qué los dulces sólo tienen que saber a azúcar? No os voy a engañar: son trabajosos. Pero cuanto más se complica la cosa mayor es la satisfacción. Esta receta no está en mi blog, sino en el de María Lunarillos. Los hice el año pasado pero no colgué la receta, y os puedo asegurar que salieron buenísimos. No tuve ningún problema. Hace algunos años hice otra receta y la yema me quedó muy líquida y el mazapán difícil de manejar. ¡Ala!, ya tenéis una receta de confianza.




Todo el mundo conoce los Panellets, al menos de oídas. Como mi familia paterna es catalana desde chica todos los años he probado los que traen mis tíos para estos días. Un año decidí ponerme manos a la obra y ser yo quien los hiciera. Con un poquito de batata en la masa quedan muy jugosos. Creo que este año repito.


Aparte de estas recetas, si aun tenemos cuerpo de añadir algo más de azúcar a nuestra cena, podemos hacer unas batatas asadas, membrillo cocido con canela o unas castañas asadas. Mi padre también hacía bolitas de coco y batata (esto realmente no sé si es típico o era invención suya).

Pues ya sabéis, entre "truco y trato" espero que saquéis un ratito para preparar algún postre en esta noche tan especial, para mí es como una antesala de la Navidad: mesas llenas y familia reunida. Ya mismo estamos con los mantecados....

jueves, 6 de octubre de 2016

Bizcocho jugoso de Coco



Cucu, ¿hola?, ¿hay alguien por ahí? ¡Qué perdida que ando! Y es que llevo más de un año sin publicar, dedicada a mis peques, y por supuesto, en mis pocos ratitos libres a cocinar. 

Vamos a ver si puedo poner en marcha el blog de nuevo, y es que es un pellizquito que llevo dentro. Siempre me ha gustado la idea del blog. Cada uno tiene sus motivaciones, y la mía desde el principio ha sido tener en "la nube", en la red, o accesible desde cualquier sitio mis recetas de cocina. Y si a alguien le gusta algo de lo que hago decirle: "en mi blog tienes la receta". Y si veo una receta que me gusta pero a la que le haría alguna modificación, tenerla escrita bajo mi experiencia. Esa es la esencia del blog: tener recetas que de verdad me gusten accesibles para mi y para quien quiera cocinarlas. Si tengo que dejar de escribir una temporada por cualquier circunstancia, "no pasa nada". Si tengo una receta que me gusta mucho, pero la foto que he hecho no es demasiado bonita, "no pasa nada", la pongo en el blog y cuando tenga otra mejor la cambio. En fin, que quiero que este blog sea algo mío, adaptado a mis circunstancias y a mi nivel fotográfico, pero compartido con todo el que quiera leerlo.

Como los grandes chefs y como los cocineros que solo cocinan en casa pero que sienten una gran pasión por lo que hacen, durante la vida de este blog mi vida gastronómica se ha ido moviendo por distintas facetas. Empecé por los bizcochos, magdalenas y galletas clásicas, sencillas y populares. Me interesé por la gastronomía inglesa / estadounidense, plagada de azúcares y grasas, pero super-vistosa. Volví a los dulces más clásicos, de nuestra tierra, los de toda la vida. Y ahora ando descubriendo el mundo del pan y las masas en general. Y aunque sigo haciendo de todo es ahora esta cocina la que me tiene conquistada. Por ahora no publicaré mucho acerca de panes, pues estoy en fase de aprendizaje y no me veo lo suficientemente capacitada como para publicar fotos de hermosas hogazas, barras con perfectos greñados o pizzas con bordes que te dejen la boca abierta. De hecho, aunque hago masas sabrosas, el aspecto es algo que debo mejorar bastante (y eso es técnica). Pero espero dentro de algunos meses poder comunicaros todo lo que vaya aprendiendo de este tema, que para mí es claro que mejoraré no leyendo libros, sino con decenas y decenas de recetas y pruebas de pan hechas. 

Así es que por ahora sigo con mis recetas sencillas. La verdad es que los dulces con buttercream, glasas, fondant y demás no me atraen nada de nada. Es el SABOR lo que me conquista, no la apariencia. Y este tipo de dulces empalagan y engordan demasiado sin tener un sabor especialmente bueno. 

A todo esto se junta que hay que preparar la merienda de los niños del colegio. Y si llevan dulce, me niego a comprarles dulces industriales o incluso hechos en las panaderías de mi ciudad, que no me dan nada de confianza. Aquí las panaderías de toda la vida han desaparecido, dando lugar a panaderías "semi-industriales" que al final acaban haciendo bollería industrial pero de panadería. Y con lo que a mí me gusta hacer dulces... ¡Quita quita, que ya se los hago yo!.

Y tras este rollo voy con mi receta. Bueno, mía mía no es. La he tomado prestada del blog El Rincón de Mariposa. Hacía tiempo que buscaba una receta de bizcocho de coco, y es gracioso, pero veo muchos bizcochos de coco en grandes superficies y sin embargo no abundan las recetas de este tipo de dulce. Así es que tras buscar un poquito por Pinterest (¡qué vicio, esto del Pinterest!), elegí esta entre unas cuantas y la verdad, creo que no me equivoqué. Solo he cambiado un par de cosas de la receta, pero en esencia es igual. En mi familia ha encantado, de verdad, y sé que voy a repetirla bastantes veces. 

Si optáis por la opción de bañarlo un poquito en almíbar el bizcocho queda mucho más jugoso y además mejora con los días, pues se va humedeciendo en vez de resecarse. Pasados un par de días desde que lo "bañamos" está en su momento óptimo para comer. Aunque recién hecho tampoco tiene desperdicio... Os lo recomiendo.





INGREDIENTES (para un molde de 24 cm.):
  • 3 Huevos
  • 150 grs. de Azúcar (en la receta original 200 grs.)
  • 50 grs. de Aceite de Oliva
  • 50 grs. de Aceite de Coco (si no tenéis, que es lo más normal, poned de Girasol AOVE)
  • 170 grs. de Harina
  • 2 Yogures Naturales o de Coco
  • 125 grs. de Coco rallado
  • 1 sobre de Levadura (tipo Royal)
  • 1 pizca de Sal

Para el baño de almíbar (opcional):
  • Azúcar
  • Misma cantidad de Agua
  • Coco rallado (para espolvorear)


Podemos empezar de 2 formas diferentes. El resultado es igual de bueno: 
  • Opción 1: Con una batidora de varillas montar las Claras a punto de nieve con la Sal y reservar. Limpiar y secar muy bien las varillas. Montar también las Yemas con el Azúcar hasta que blanqueen.
  • Opción 2: Montar los Huevos con el Azúcar y al final añadirle la Sal (así lo hice yo, pues es más rápido y ensucias menos cacharros).

Añadimos el Yogur, el Aceite y el Coco (a las Yemas batidas o a los Huevos montados en su caso) y movemos muy suavemente para no bajar la mezcla.

Incorporamos la Harina tamizada con la Levadura y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes. Si hemos optado por la Opción 1 es el momento de añadir las Claras montadas e incorporar con mucho cuidado de la misma forma que hemos hecho con la harina.

Precalentamos el horno a 180º C. Introducimos el bizcocho y horneamos durante unos 30 minutos (pueden ser más). Como siempre os digo, a mitad de la cocción id mirando, y si veis que se dora demasiado por arriba pero no está hecho por dentro aún, tapadlo con papel aluminio o una lámina de teflón y dejadla encima hasta el momento de sacar del horno.

Para realizar el baño de Almíbar ponemos en un cazo la misma cantidad de Agua y de Azúcar. Calentamos y llevamos a ebullición hasta que veamos que los granitos de azúcar desaparecen y queda todo bien integrado. No hace falta hervir más. Cortamos el fuego y dejamos templar un poco. Con una cuchara, o si tenemos buen pulso desde el cazo directamente (necesitamos mojarlo con un hilo de almíbar), vamos humedeciendo el bizcocho. No hace falta empaparlo demasiado sino solo añadir una cantidad de almíbar suficiente para que quede más jugoso por dentro. También nos servirá para que el coco quede mejor adherido.

Esperamos 3-4 minutos y espolvoreamos con Coco rallado al gusto.

* Si veis la foto observaréis que el coco no se ve blanco blanco, pues el almíbar le da este color. Si queréis que se quede blanco tenéis dos opciones: no hacer el baño de almíbar o añadirlo justo antes de "echar la foto" o servirlo.

martes, 29 de septiembre de 2015

Pastéis de Belém (Pasteles de Belém)



Nunca he estado en Lisboa, nunca he probado los Pasteles de Belém (bueno, sí los he probado pero hace mucho y no me acuerdo de cual es su sabor). ¡Pero tienen tanta fama!, y los ingredientes son tan... de toda la vida, que el otro día pensé que ya tocaba. 

Así es que hoy os traigo esta receta que TENÍA que poner obligatoriamente. ¿Que por qué? Por el exitazo que tuvo en su degustación, no os podéis hacer una idea. Mi padre ya me ha encargado "3 docenas" para llevarlos a casa de mis tíos y en casa me han dicho que a ver cuándo repetimos. Se sorteaban los poquitos que sobraron... ¿Qué más puedo deciros? ¡Ah, sí!, que calculéis que cada comensal va a repetir, o sea, que hagáis doble cantidad de los invitados que tengáis en casa.

Y además deciros muchas cosas buenas a su favor: se hacen bastante rápido, son muy fáciles, ingredientes sencillos y resultado espectacular.

En cuanto a la receta la encontré en El Zurrón de los Postres, un blog que me encanta y que tiene unas recetas que no defraudan nunca. 

Qué, ¿os animáis a hacerlos?




INGREDIENTES (para unas 14 unidades):
  • 350 grs. de Masa de Hojaldre cuadrada o rectangular*
  • 100 ml. de Agua
  • 100 grs. de Azúcar
  • Corteza de 1 Limón
  • Un Palito de Canela
  • 200 ml. de Nata líquida
  • 2 Yemas
  • 1 Huevo
  • 100 ml. de Leche
  • 30 grs. de Maicena
  • Mantequilla, para pintar el molde metálico.
  • Azúcar Glas
  • Canela en polvo 
* Dependiendo de la forma que tenga la base de Hojaldre que compremos el peso será distinto, por eso se pone una medida aproximada de peso y no de unidades de hojaldre. Unos 25 grs. de hojaldre por pastel.


Lo primero que haremos será preparar el almíbar para que se vaya enfriando mientras hacemos el resto de la receta. Para ello vertemos en un cazo el Agua, Azúcar, Canela y la piel del Limón. Llevamos a ebullición y dejamos hervir 5 minutos. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Pintamos con mantequilla o aceite suave un molde de muffins (de esos metálicos en los que caben 12 unidades). Si no tenemos este tipo de molde podemos usar moldes de magdalenas de silicona (éstos no hay que engrasarlos), aunque quedarán con las hendiduras características y algo menos crujientes, por lo que esta opción me gusta menos.

Lo siguiente que haremos será preparar el hojaldre. Para ello enrollamos la plancha por el borde ancho. Necesitamos un rosco que iremos cortando. Para que os hagáis una idea visual: una barra de pan de la que iremos cortando rebanadas. ¿El grosor de las "rebanadas"? Pues eso dependerá de la forma que tenga vuestra plancha de hojaldre. Es decir, si es cuadrada y pequeña al enrollarla saldrán trozos muy pequeños por lo que debemos aumentar el grosor. También podemos poner los dos cuadrados uno al lado del otro y hacer un rectángulo más grande uniéndolos, y a partir de ahí enrollar y cortar. El tema es que una vez que cortéis esas rebanadas debemos ponerlas en la mesa tumbadas (que veamos la espiral) y con un plato "espachurrarlas" hasta que quede una oblea fina del tamaño de unos 10-12 cm. de diámetro. Si para esta medida la masa queda excesivamente fina hacer rodajas/rebanadas más anchas. Yo las pesé y para cada pastel necesité unos 25 grs. de masa. Por si queréis hacer un cálculo.

Precalentamos el horno a 210ºC.

Una vez tenemos las obleas preparadas las depositamos dentro de los moldes y con cuidado le vamos dando la forma intentando que sean lo más altas posibles para que se puedan rellenar bien. 

Para este momento nuestro almíbar ya se habrá templado. Continuamos entonces con el resto del relleno. Mezclamos la Nata, las Yemas y el Huevo y batimos bien (con una batidora es lo más rápido y eficiente para que la clara quede bien batida y sin hebras). Añadimos el Almíbar.

En otro cazo mezclamos la Maizena con algo más de la mitad de la Leche. Batimos de nuevo con la batidora para agilizar. Calentamos el resto de la Leche y se lo añadimos. Colamos esto con un colador uniendo a la mezcla de Almíbar y Huevos. Tendremos un relleno bastante líquido. No os preocupéis, la Maizena y los huevos harán que se cuaje perfectamente en el horno. 

Vertemos la mezcla de líquidos sobre las cestitas de hojaldre rellenando todo lo que podamos pero con cuidado de que el líquido no se salga.

Horneamos (a 210ºC) durante unos 20 minutos en la parte central del horno. El punto será cuando el relleno empiece a dorarse / tostarse, pero sin esperar a que se queme.

Se sirven templados-calientes espolvoreados generosamente con azúcar glas y una poquita canela.

Aunque la explicación os parezca un poco larga el proceso es muy sencillo. Que esto no os quite las ganas, es que me gusta explicar las cosas bien.

¡Vais a repetir seguro!

domingo, 20 de septiembre de 2015

Lemon Curd Pound Cake (Bizcocho alargado de Lemon Curd)



Ayer hablando con mi hermana comentábamos lo parados que teníamos nuestros respectivos blogs de cocina, y llegábamos a la conclusión que tan poco tiempo que teníamos preferíamos dedicarlo a cocinar que a publicar. En estos meses con los dos peques mi tiempo libre se ha reducido a una fracción del 1% del total. Y es que cuando tengo ese poquito no puedo evitarlo, me pica el gusanillo y siempre hay alguna receta pendiente que quiero probar. Pero hoy ya tocaba contaros alguna de ellas. Y qué receta...

¡Lo que me gusta el Lemon Curd!, y ¡lo que me gustan los bizcochos alargados! Bueno, es que cuando hablamos de dulces con lo golosa que soy pongo pocas pegas. Pero un bizcocho con sabor a limón, umm...

Siempre que hago la Tarta de Queso y Lemon Curd (la favorita de mi hija Raquel) me sobra otro tanto de este suculento producto. ¡Y cuántas posibilidades para darle salida!: galletas, bizcochos, helado, muffins, tartas... ¡Y porque no me lo como a cucharadas!, (que también está rico). En fin, que como tanto me gustó la receta del Cake Marmol de Dorie Greenspan, pensé en una variante sabor limón. Y me alegro, me alegro mucho, porque está buenísimo. Un sabor muy suave pero con el contrapunto de la acidez del limón lo hace muy especial.

Otra cosa, a ver los entendidos en repostería en inglés, que necesito que alguien me aclare. Cada vez que hago un bizcocho en molde rectangular alargado me entra la duda. ¿Cómo se llaman?, ¿cake, loaf cake, pound cake? Que no puedo ni ponerle nombre a la receta, ¡vaya lío! No sé qué diferencia hay entre los tres. Me falta culturilla anglosajona. Y sería estupendo darle su correspondiente nombre a cada bizcocho. ¿Me ayudáis?

Bueno, pues como últimamente tengo poco tiempo, voy directa al grano. Seguro que estáis deseando ver cómo se hace este bizcocho-loaf-pound tan delicioso. ¡Ahí va!




INGREDIENTES (para un molde de 25 cm. de largo):
  • 200 grs. de Harina
  • 1 1/4 cucharadita de Levadura
  • 1/2 cucharadita de Sal
  • 175 grs. de Mantequilla
  • 200 grs. de Azúcar
  • Huevos
  • 75 grs. de Leche
  • Zumo de 1 y 1/2 Limón
  • Ralladura de 2 Limones
  • 150 grs. de Lemon Curd
Para el glaseado:
  • 50 grs. de Azúcar Glas
  • 2-3 cucharadas de Zumo de Limón

Precalentamos el horno a 165ºC. Engrasamos el molde y añadimos un poquito de harina (si usáis como yo uno de silicona no hace falta).

Mezclamos las harina, la levadura y la sal.

Con la KitchenAid o una batidora de varillas batimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente a velocidad media durante unos 3 minutos, hasta que quede cremosa. Añadimos el azúcar y la ralladura de limón y batimos un par de minutos más. Si no tenéis KitchenAid y utilizáis una batidora de varillas deberéis poner un poquito más de tiempo. Ahora iremos añadiendo los huevos de uno en uno, es decir, hasta que no se haya integrado cada uno de ellos con la mantequilla no añadiremos el siguiente. Reducimos la velocidad de la máquina y añadimos 1/3 de la harina. Mezclamos bien. Añadimos la leche. Mezclamos. Otro tercio de la harina. Mezclamos. El zumo de limón. Mezclamos y por último lo que queda de harina. Es decir, harina-leche-harina-zumo-harina.

Para "montar" el bizcocho vamos poniendo en el molde un poco de masa (que cubra el fondo) y repartimos el lemon curd a nuestro gusto. Es decir, un poco de masa, un poco de Lemon Curd. Otro poco de masa, otro poco de Lemon Curd... Terminando con masa

Horneamos a 165ºC unos 45 minutos. En las instrucciones originales dicen 1 hora y 20 o 30 minutos, pero yo con 45 minutos tuve más que suficiente. Controlad con una brocheta que el pastel esté hecho y lo sacáis cuando al pincharlo salga limpio.

Sacar del horno, Dejar unos 15 minutos y desmoldar.

Para el glaseado mezclamos con unas varillas el zumo de limón y el azúcar glas y removemos bien. Con una cuchara vamos haciendo hilos por encima para adornar.

jueves, 23 de abril de 2015

Pestiños o Gusanillos, Empanadillas de mi abuela y Mona 2015



Hoy traigo una multi-entrada. Una receta típica de Semana Santa. Pero ya me conocéis..., al contrario que las grandes blogueras yo las recetas en vez de ponerlas antes para que podáis probarlas, las pongo cuando ha pasado un mes del evento..., ¡cuando encuentro un rato!.

Y no solo es que "cuelgue" esta receta con retraso, es que también está hecha después de las fiestas. Pasó la Semana Santa y no encontré un hueco para dedicar a la cocina. Pero como ya se me había antojado, en el momento en el que encontré un ratito (madrugón domingo por la mañana) la "materialicé", y ¡qué ricos estaban!...  

Entrando en materia os cuento algo de esta receta. Los pestiños son unos dulces muy conocidos por elaborarse en Semana Santa, aunque al igual que en muchas otras comidas, en cada lugar se cocinan de una u otra forma. Aquí, en Jaén, también se les llaman "gusanillos" y son algo distintos de los que quizás estéis acostumbrados a ver en fotos, bañados en almíbar o con miel. Aquí, o al menos en mi casa, se les da forma de distinta manera y una vez fritos se "emborrizan" en azúcar y canela. ¡Madre mía!, como ya hace unos días que los comí, me están volviendo a entrar ganas de unos poquitos, jeje. El secreto para que estén ricos ricos es que la masa sea muuuuy finita, cuanto más mejor. Eso lo conseguimos con el rodillo y un pelín de maña. Así obtenemos unos gusanillos que no empachan nada. Si hacemos la masa menos fina resultarán más pesados.

Como veis la entrada hace referencia a las empanadillas de carne. Con esta misma masa podemos hacerlas. Es más, como con muy poquito masa obtenemos muchos pestiños, siempre suelo guardar una poquita para hacer empanadillas, aunque si solo queremos hacer estas últimas recomiendo prescindir del anís y cambiarlo por vino blanco. Es una masa muy atípica, distinta de las empanadillas que solemos tomar, con mucho sabor, con mucha fuerza, pero a mi me recuerdan a mi abuela, y por eso, en mi caso sí tienen un sabor muy familiar.




Os dejo con la receta. Sin que sirva de precedente (que soy muy perezosa para esto) os pongo un "paso a paso" para que veáis todo el proceso:


PESTIÑOS Y BASE PARA LAS EMPANADILLAS

INGREDIENTES:
  • 190 ml. de Aceite de Oliva Virgen Extra (más el que usemos para freír)
  • 1/2 cucharadita de Matalauva
  • La corteza de 1/2 Limón
  • 250 ml. de Vino Blanco (o 200 ml. de Vino Blanco y 50 ml. de Anís)
  • 750 grs. de Harina (aproximadamente)
  • 1 sobre de Levadura Royal
  • Sal (unos 8 gramos creo)
  • 1 vaso de Azúcar
  • 1 cucharadita de Canela en polvo
Lo primero que haremos será aromatizar y freír el aceite. Para ello calentamos en una sartén a fuego medio-alto (en mi vitrocerámica en el 6) el aceite junto con la cáscara de medio limón y la matalauva. Cortamos cuando veamos que la cáscara de limón se "retuerce" y se empieza a dorar. Colamos el aceite y dejamos que se enfríe un poco. Añadimos el vino blanco y el anís, en su caso.




Mezclamos la harina con la levadura y la sal y agregamos a la mezcla de aceite y vino. Amasamos hasta que todo quede bien integrado. Debemos obtener una masa elástica, que al estirar con el rodillo los bordes queden redondeados, sin picos. Se pegará al rodillo pero a la vez será fácil de despegar, ya que tiene bastante grasa. Si salen picos es que le falta hidratación (vino). Si se rompe al estirarla es que falta harina. Una vez que la tengamos dejamos reposar una hora

Hacemos porciones redondas, del tamaño de una bola de chicle. Estiramos con el rodillo hasta que queden lo más finas que podamos. Es importante conseguir que todos los pestiños queden del mismo grosor y que éste sea finito. Si alguno queda más grueso al freír con el aceite tan caliente puede quedar la masa cruda por dentro. Con cuidado las despegamos del rodillo y plegamos como en la foto. 




Vamos reservando en la encimera de la cocina. Como se fríen casi instantáneamente es recomendable dar la forma a todos y una vez formados freír. 




Ponemos un poco más de un dedo de Aceite a calentar en la sartén (a unos 180ºC). Depositamos los gusanillos en la sartén y vamos dando la vuelta conforme empiecen a dorarse. En mi caso, cuando termino de poner el último voy dando la vuelta al primero. Es un proceso bastante rápido, sin tiempos muertos. Cuando estén dorados sacamos y escurrimos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.




En un bol mezclamos el azúcar con la canela. Rebozamos los pestiños con esta mezcla y listos para servir.





EMPANADILLAS

Para hacer las empanadillas seguimos los mismos pasos que para la elaboración de la masa de los gusanillos. Estiramos y recortamos con algún objeto circular.

Opción salada: Empanadillas de Carne
Rellenamos con un sofrito que habremos elaborado con Carne picada de cerdo, Vino Blanco, Aceite y Sal y al que añadimos un poco de Tomate Frito (preferentemente casero). Mojamos los bordes de las empanadillas con agua y cerramos. Con un tenedor sellamos los bordes. Freímos a fuego fuerte. Escurrimos el exceso de aceite y servimos.


Opción Dulce: Empanadillas de Cabello de Ángel
Para los más golosos también tenemos la opción dulce (ésta también la hacía mi abuela); Rellenamos de Cabello de ángel y bañamos en Azúcar una vez fritas y escurridas.



MONA DE PASCUA

Y como postre (del postre) os pongo también la foto de la Mona de Pascua 2015: Bizcocho de yogur bañado con almíbar de Cointreau, relleno de nata montada y con cobertura de chocolate con leche. Pollitos, huevecitos y demás adornos del Aldi. Ya os contaré que he hecho con lo que me ha sobrado... Espero que sea la próxima entrada y no tengáis que leerla en verano, jeje.



jueves, 19 de febrero de 2015

Alfajores de Maicena




Esta noche Enrique ha dormido 6 horas seguidas sin decir "esta boquita es mía", así es que me he levantado con las pilas puestas y deseando añadir una nueva receta al blog. Y es que llevo un par de semanas que cocino mucho. Estar en casa de continuo, aun con el trabajo que dan los peques, te deja algunos huecos para ir preparando alguna que otra cosilla. También el hecho de desayunar aquí todos los días motiva a hacer algún desayuno rico rico y así no tener que recurrir a bollería comercial o a cualquier otro "engorde" que no sea casero: "si vamos a echarle calorías al cuerpo, por lo menos que sean de confianza". 

Y como en otras recetas mi "inspiración" es abrir el armario despensero y decir: "uy, ésto hay que gastarlo". Y en este caso ocurrió al ver 3 cajas de Maizena ("yo no sé cómo han llegado aquí"), unido al deseo que tengo desde hace años de preparar unos alfajores argentinos, que he probado en alguna ocasión y me han encantado. Son unas galletas muy especiales, con un sabor muy diferente. Destaca la suavidad del alfajor por la Maizena (que cosa más fina al paladar, ¡por Dios!), y la mezcla de sabores del dulce de leche y el coco. Es una combinación deliciosa y no sé por qué tienen un sabor muy casero, distinto a las galletas comerciales. Ya tengo en mente hacer para la próxima los del tipo "Havanna", cubiertos de chocolate...: perdición total.

Pero bueno, empecemos por los básicos. De verdad que me han encantado y la receta que he encontrado (y la que más me ha convencido de un montón que he "estudiado") creo que se ajusta mucho al sabor que recordaba de este dulce: ni le pondría ni le quitaría nada. ¡Son espectaculares!

INGREDIENTES (para unos 25 alfajores, 50 galletas):

  • 150 grs. de Mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 grs. de Azúcar
  • 4 Yemas de Huevo
  • 250 grs. de Maizena
  • 100 grs. de Harina
  • 2 cucharadas de Coñac
  • 1 cucharadita de Levadura
  • La ralladura de un Limón
  • 1/2 cucharadita de Sal
  • 1 bote de Dulce de Leche
  • Coco rallado

Tamizamos la harina, la Maizena, la levadura y la sal. Reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar unos minutos hasta que quede cremosa y en pomada. Vamos añadiendo las yemas una a una de la siguiente manera: añadimos la yema, batimos hasta que quede bien integrada y así hasta terminar con las 4. Añadimos la ralladura del limón y el coñac e integramos.

Vamos añadiendo la mezcla de harina poco a poco, como en 3 veces: añadimos harina y con una lengua integramos envolviendo la mezcla, sin batir ni mezclando de forma brusca. Así hasta que terminemos con toda la harina. Envolvemos la masa en papel film e introducimos en la nevera sobre unos 30 minutos (si tenéis más prisa podéis hacer una plancha con la masa, envolverla en film y al congelador unos 10-15 minutos).

Precalentamos el horno a 180º C.

Para darles forma debemos preparar antes "la infraestructura". Para mí lo más cómodo es pegar con un poco de aceite papel film a la encimera de la cocina, es decir, "forrarla" con el plástico. Sobre ella estiramos la masa poniendo encima de la misma otro trozo de papel film y estirando con el rodillo por encima. Nos debe quedar de un grosor de unos 4-5 mm. Con un cortador redondo de 5 cm. de diámetro vamos cortando galletas. Repetimos la operación hasta terminar con la masa. 

Introducimos en la parte de enmedio del horno, sobre un papel de cocina, y horneamos sobre  unos 12 minutos. Nos parecerá que las galletas están crudas porque siguen blanquitas pero habrán perdido el aspecto de crudas, pero si las miramos por debajo veremos que están un pelín doradas

Dejamos enfriar. Rellenamos con dulce de leche de forma generosa. Si podemos dejamos reposar hasta la mañana siguiente para que el dulce de leche se asiente. Con la parte de atrás de una cuchara o un pincel pintamos los bordes del alfajor con dulce de leche y pasamos los laterales con coco rallado.

Mi hija probó a rellenarlas de Nutella y también estaban bueníiiisimas, aunque no sean auténticos alfajores...



martes, 10 de febrero de 2015

Cheesecake de Fresas y Oreo y... Enrique




Últimamente cada vez que pongo una entrada tengo que pediros disculpas por el tiempo entre una y otra. Se va volviendo una costumbre... Y es que cada vez ando más liada. Aunque esta vez el motivo es de peso... Bueno mucho peso no, solo 2,650 kilitos y se llama Enrique.

Enrique es mi tercer hijo. Abrió los ojitos el 4 de enero y es la cosa más bonita del mundo. Aunque ya cuento con la experiencia de dos hijos mayores no deja de caerseme la baba cada vez que lo miro, lo cojo en brazos o le doy de mamar... Es la ternura hecha bebé. 

Como os podréis imaginar no es que tenga mucho tiempo para dedicarle a la cocina, y por tanto al blog menos aun. Pero precisamente por eso, siempre que me deja un ratito libre me meto en la cocina a dar salida a alguna de esos cientos de recetas que tengo en mis tableros de Pinterest y que estoy deseando hacer.

Y en esta ocasión estamos hablando de una tarta muy especial... ¡La tarta de mi 40 cumpleaños! Sí, sí, ¡40!. Aunque me veáis tan joven y lozana en la foto de portada (en esa tenía 5 años menos) acabo de cumplir la temida cifra. Y ocasión tan especial requiere una tarta a la altura. Elegida por mi hija al decirle que me gustaban las tartas de queso, de chocolate y de frutas. Esta receta del blog de Barbara Bakes combina todos esos ingredientes y el resultado es... ¡¡Increible!! Entra directamente en el Top 5 de mis tartas favoritas. El conjunto de las 3 capas es... ¡delicioso! Destaco la cremosidad de la capa de queso y el delicioso sabor del sirope de fresa con la que la "regamos". Y lo digo en plural porque fue un trabajo en pareja: en este caso Fernando y yo colaboramos para hacer estar exquisita receta. 

Estamos en temporada de fresas... ¡no la dejéis para el año que viene!


INGREDIENTES (para un molde de 23 cm., y entre paréntesis para un molde de 26 cm.)

Para la Base:

  • 2 (3) paquetes de Galletas Oreo (sin la crema del centro, una pena, pero no la vamos a usar...)
  • 55 (70) grs. de Mantequilla derretida
  • 2 (3) cucharadas de Azúcar
Para el Cheesecake:
  • 900 (1200) grs. de Queso de untar (tipo Philadelphia) a temperatura ambiente
  • 350 (450) grs. Azúcar
  • 3 (4) cucharadas de Harina
  • 1/4 (1/4) cucharadita de Sal
  • 4 (6) Huevos grandes
  • 2 (2) Yemas
  • 1 y 1/2 cucharaditas de Extracto de Vainilla o un sobre de Azúcar Vainillado
  • 60 (75) grs. Nata
Para la capa de Fresas:
  • 1 taza (1 tazón) de Fresas congeladas (descongelarlas para la receta)
  • 1 (1,5) kg. de Fresones
  • 3 (4) cucharadas de Agua
  • 2 (3) cucharadas de Azúcar
  • 1 (1,5) cucharadita de Maizena

Precalentamos el horno a 160º C. Introducimos en el horno algún cacharro, fuente... con agua, en la que poder poner al baño maría posteriormente el molde que vayamos a usar. Tenemos que asegurarnos que el molde que usemos para nuestro cheesecake no va a dejar pasar el agua, pues se nos mojaría la tarta. En mi caso no tenía ninguno y lo hornee con una bandeja en el fondo del horno con agua para que diera humedad, pero sin  poner al baño maría mi tarta.

Trituramos las galletas Oreo con la Thermomix o en su defecto introduciendo las galletas en una bolsa con cierre y "machacando" con un rodillo de cocina o cualquier otro utensilio que nos pueda servir. Añadimos la mantequilla derretida y el azúcar. Engrasamos las paredes del molde e introducimos la mezcla anterior en la base. Presionamos bien para que quede firme y bien asentado.

En un bol grande batimos el queso de untar, el azúcar, la harina y la sal hasta que quede una mezcla cremosa. Si usamos un robot lo pondremos a velocidad lenta. Añadimos uno a uno los huevos y las yemas, no añadiendo otro hasta que el anterior no quede bien integrado. Agregamos la vainilla y la nata.

Introducimos la mezcla en el molde y horneamos al baño maría a la misma temperatura (160ºC) durante unos 70-80 minutos. Debemos pinchar con un palito para ver que el centro no quede crudo. No os preocupéis si quedan marcas al pinchar o si al hornear nos salen grietas, pues con la capa de fresas quedará todo tapado. Una vez apagado el horno dejamos dentro con la puerta entornada unos 10 minutos más para que no se nos enfríe muy deprisa. Después sacamos y dejamos reposar otros 10 minutos antes de desmoldar. Dejamos enfriar y cuando haya perdido el calor la tapamos con film y la enfriamos en la nevera al menos 3 horas, aunque de un día para otro gana muchísimo.

Para hacer el sirope de fresa batimos muy bien las fresas descongeladas con las 3 cucharadas de agua. Pasamos por un colador para quitar las pepitas y que nos quede un puré fino. En un bol aparte mezclamos bien la Maizena y el azúcar. Añadimos al puré de fresas y cocinamos a fuego medio hasta que la Maizena haga su efecto y espese la mezcla. Enfriamos la mezcla y pasamos a un biberón.

Emplatamos la tarta antes de decorar. 

Quitamos los rabitos a los fresones cortando con un cuchillo para dejarlos planos por la base y que no se nos caigan al ponerlos sobre la tarta. Cubrimos con ellos bien todo el cheesecake y regamos con el sirope de fresa justo antes de servir.