Mostrando entradas con la etiqueta arroz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta arroz. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de octubre de 2010

Arroz Chino



Me encanta el arroz chino, es ligero y sabroso, pero ME NIEGO a comprarlo en el super "de bolsa" y mucho menos en un restaurante asiático... que no termina de darme suficiente confianza. Y mucho menos una vez que has probado uno casero. ¿Cómo vas a comparar?

Y hacer arroz... ¡si es facilísimo! Dejaros de bolsas y de llamadas al "chino" y animaros a cocinar.

Esta receta tiene de bueno que es muuuuy abierta: puedes variar los ingredientes adaptándolos a tus gustos o simplemente a lo que tengas en la nevera para gastar.

Eso sí, lo que yo nunca le quitaría, porque le da un sabor exquisito es el Puerro (¡shhh!, secreto, es el ingrediente estrella...). A partir de eso lo que queráis.


INGREDIENTES: (para 2 personas)


  • 150 grs. de arroz (yo le pongo basmati porque es más aromático, si no arroz largo y si no de bomba)

  • 1 puerro grande o 2 chicos (o 3 si queréis, de ésto que no falte)

  • 1 zanahoria

  • 1 puñadito de guisantes

  • 1 huevo

  • 1/2 pechuga de pollo (si lo queréis de carne) o 100 grs. de gambas (si lo queréis de pescado)

  • 2 lonchas de jamón york

  • Sal

  • Aceite

  • Curry (opcional)

  • Salsa de soja (opcional)

Lo primero que hacemos es ir cociendo el arroz para ir adelantando. Se puede cocer el día de antes y estará más sequito, aunque yo muchas veces lo hago sobre la marcha. Suelo cocerlo durante unos 12 minutos con agua y sal, aunque depende del tipo de arroz. Podéis ir probando hasta que esté "al dente" (que no se quede muy blando). Una vez hecho, lavamos un poquito el arroz para que pierda el almidón (si es basmati cuanto menos lavado mejor) y ponemos a escurrir, que quede bien sequito.

Encendemos el fuego y ponemos una sartén con el puerro, la zanahoria y el aceite (que no esté escaso porque con este aceite freiremos el arroz después). Yo le pongo un poquito de agua para que se cueca-fría a la vez y el fuego flojito para que el puerro quede tierno (unos 5-10 minutos). Los guisantes no los añadimos desde el principio, sino a mitad más o menos del tiempo que tengamos el puerro y la zanahoria friendo.

Mientras se fríe la verdura batimos el huevo, le ponemos sal y hacemos una tortilla francesa. La partimos a cuadritos y reservamos.

Si lo vamos a hacer de pollo cortamos la pechuga a cuadritos pequeñitos y freímos. Si es de gambas las pelamos y reservamos (sin cocinar).

Ya tenemos todos los ingredientes, sólo falta freír. Ponemos en una sartén grande el arroz y si está húmedo le damos unas vueltas en caliente para que pierda agua sin dejar de remover. Añadimos el sofrito de puerro, zanahoria y guisantes apurando bien el aceite, que es lo que va a impregnar al arroz de sabor (si tuvierais una lengua sería ideal). Freímos todo junto a fuego fuerte un poquito. Añadimos la tortilla, el jamón york, y las gambas crudas o la pechuga. Rectificamos de sal y si queremos le ponemos un poquito de curry (como una cucharadita rasa, pero ir probando poco a poco para no pasarnos, que es una especia con mucho sabor). Durante todo esto tiempo no paramos de mover para que no se pegue el arroz.

Sacamos y emplatamos. Si os gusta la salsa de soja añadirle un chorrito.

Estos son los ingredientes que yo le pongo pero dejad volar vuestra imaginación o simplemente abrid vuestra nevera y ¡a cocinar!.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Risotto de Setas


Vengo de la Toscana. ¡Menudas vacaciones! Un lugar maravilloso tanto por sus paisajes como por sus bellas ciudades. Y no solo me he enamorado de ellas, sino también de la comida italiana (bueno, mejor dicho de la buena comida italiana) ¡y he venido con unas ganas de cocinar pizzas, pasta, risottos, helados...!

Una de las cosas que probé fue un risotto, ¡qué bien, risotto en Italia! ¡debe ser lo más! Lo probamos en una trattoria en el Trastevere y la verdad, ¡vaya desilusión! El arroz estaba muy suelto, soso, sin mucho sabor... Así es que nada más llegar de Italia me puse manos a la obra y pensé: "ésto lo supero yo". Y así fue (modestia aparte, aunque ya os digo, era facil, porque el risotto de Italia era malísimo).

Aquí os paso la receta, aunque las cantidades son un poco a ojo...

INGREDIENTES (para 2 personas):
  • 200 grs. de arroz arbóreo (especial para risotto, en su defecto arroz bomba)
  • 1 cebolleta grande o una cebolla mediana
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de Mantequilla
  • 20 grs. de setas deshidratadas (yo utilizo trompetas de la muerte, aunque los originales son los funghi porcini italianos)
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 800 ml. de caldo (aproximadamente)
  • 20 grs. aproximadamente de parmesano rallado (o Granna Padano)
  • Sal
  • Perejil
Empezamos poniendo las setas a hidratar durante unas 2 horas con unos 400 ml. de agua (se pueden poner menos tiempo también, se hidratan bastante rápido, pero a mí me gusta dejarlas un buen rato).

Mientras ponemos un cazo al fuego y vamos calentando el caldo. El secreto del risotto consiste en añadir poco a poco el caldo ya caliente al arroz para que nunca deje de hervir, pero en cantidades pequeñas, así que es necesario irlo calentando con anterioridad.

Partimos la cebolleta a trocitos pequeños y el ajo y los ponemos a dorar a fuego lento con una cucharada generosa de mantequilla durante un ratito. Después agregamos las setas escurridas (guardar este agua, que dará mucho sabor al risotto) y rehogamos. Cuando esté añadimos el arroz y doramos durante un par de minutos. Ponemos a fuego medio-fuerte el resto de la cocción para que el caldo no quede "parado" ni tampoco hierva a fuego muy fuerte.

Añadimos el vino y esperamos a que consuma. Añadimos la sal, quedándonos más bien cortos, pues el parmesano es bastante salado y podemos pasarnos. Luego añadimos el agua en la que hemos hidratado las setas, que habrá cogido bastante sabor. Cuando haya consumido añadimos un poquito del caldo (como un vaso más o menos) esperamos a que consuma y volvemos a añadir otro vaso. Así hasta que el arroz ya no esté duro, debéis tener paciencia porque se va un buen rato. Quizás tengáis que poner más o menos caldo. Si se os acaba podéis completar simplemente con agua o agua con un poquito de Avecrem.

Por último, cuando el arroz esté en su punto añadimos una cucharada de mantequilla y una cucharada generosa de parmesano rallado, hasta que notemos que queda "pastoso". Rectificamos de sal y servimos inmediatamente espolvoreado con un poco perejil fresco y alguna lasca de parmesano.

¡Buen provecho!