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jueves, 26 de abril de 2012

Caramelo líquido casero al microondas




Como os comenté en la entrada anterior hoy os traigo la receta del caramelo líquido casero. Es una receta "base", de esas a las que podemos dar mucho uso..., y de esas que "de lo casero a lo comprado hay un mundo". ¿Habéis hecho alguna vez caramelo casero?

Yo hoy os explico como se hace en el microondas: mucho más limpio y bueno..., una forma más de hacerlo. También se puede hacer con el método tradicional: lo mismo que hacemos en el microondas trasladarlo al fuego. Pero como yo tengo vitrocerámica y no siempre me viene bien hacerlo ahí me he decantado por esta opción.

He seguido las instrucciones de Cristina Galiano. Quizás muchos las conocéis por los libros que ha publicado de Thermomix, pero también es especialista en microondas, ollas rápidas... Tengo alguno de sus libros y he hecho unas cuantas recetas suyas. Esta me convence, por lo que hoy la comparto con vosotros.

Antes que nada deciros que os voy a explicar 2 formas: una para hacer grandes cantidades y guardar y otra para caramelizar un molde (de barro, nunca metálico).


CARAMELO PARA GUARDAR

INGREDIENTES:
  • 70 + 50 grs. de Agua
  • 200 grs. de Azúcar
Lo primero que debéis tener en cuenta es que el caramelo coge grandes temperaturas para poder "dorarse" y obtener ese color tan característico por lo que os recomiendo que toméis las precauciones necesarias a este respecto para hacerlo: manoplas o agarradores para el calor y dejar el recipiente sobre superficies que lo aguanten (no, por ejemplo, en una mesa de cristal). Trabajaremos siempre con el microondas a máxima potencia, no lo olvidéis. Una vez sabido ésto os cuento como lo hago.

Vertemos el agua (120 grs.) en una jarra de cristal y calentamos durante un minuto y medio. Separamos 70 grs. en un recipiente aparte y dejamos 50 grs. en la jarra. 

Mezclamos este agua con el azúcar. Removemos con una cuchara e introducimos en el microondas durante 1 minuto aproximadamente. Sacamos y removemos para mezclar mejor. 

Volvemos a introducir en el microondas hasta que tome un color ligeramente dorado: color ámbar clarito. El tiempo variará dependiendo de la potencia de vuestro horno y de lo saturada que esté la mezcla de agua y azúcar: a más agua más tiempo. ¿Qué os recomiendo? Que os sentéis tranquilamente en una silla delante del microondas y como si fuera un espectáculo no lo perdáis de vista ni un momento. En mi microondas suele tardar unos 6-7 minutos, pero puede que a partir de 2 o 3 lo tengáis hecho. El problema del caramelo es que en pocos segundos pasa de estar bien a quemarse, y por tanto amargarse y tener que tirarlo, por lo que no podemos dejar de vigilarlo. En las fotos que os muestro en la jarra aparece más oscuro de lo que estaba al sacarlo. Es otra cuestión que hay que tener en cuenta. Como alcanza temperaturas muy altas siguen "tostándose" aun después de salir del microondas. Entre el rato de sacarlo y el rato de hacer la foto ya se había oscurecido, ¡tenedlo en cuenta! y sacadlo antes de que tome el color de la segunda foto.





Una vez fuera vamos a añadir muy poco a poco (cucharadita a cucharadita) el agua que habíamos reservado caliente. Al tener temperatura alta el contraste con la temperatura del caramelo será menor, y por tanto no obtendremos el efecto "volcán", que si no tenemos paciencia y cuidado puede aparecer en nuestro tarro. En la foto 3ª veis como salen burbujitas en la jarra. Las hemos obtenido tras añadir una cucharadita de café de agua caliente a la mezcla: imaginaros si añadís más cantidad y agua menos caliente lo que puede suceder ¡un Vesubio en nuestra cocina!. Haciéndolo despacio no vais a tener ningún problema. 

Una vez hayamos añadido toda el agua mezclamos muy bien con la cuchara, hasta que quede todo el líquido con la misma fluidez y ya tenemos el caramelo líquido listo para almacenar y usar para tortitas, crepes, helados, gofres, nata..., ¿se os ocurren más cosas?




CARAMELIZAR MOLDES

INGREDIENTES (para un molde individual):
  • 1 + 1(opcional) cucharaditas rasas de Agua
  • 1 cucharada colmada de Azúcar
Seguiremos un proceso parecido al anterior, aunque más corto y sencillo.

Verteremos sobre cada molde 1 cucharadita de café de agua y el azúcar. Removemos bien.

Introducimos en el microondas a máxima potencia durante 20 segundos. Removemos de nuevo.

Volvemos a calentar hasta que tengamos un caramelo dorado muy clarito (un poco más claro de lo que aparece en las fotos). No puedo deciros tiempo, pero sí que será cuestión de como mucho 2-3 minutos. Al igual que en el caso anterior hay que vigilar todo el rato, y una vez fuera sigue tomando algo de color.

Sacamos el molde. Añadimos una cucharadita más de agua. Fijaros en las fotos. En la primera aparece el caramelo en estado líquido. Tras un rato fuera del horno tomó una consistencia "crujiente" (o dura como una piedra, para ser más exactos). No pasa nada, es normal. A partir de aquí podemos hacer 2 cosas: una añadir un poquito de agua caliente y calentar (solo para que se mezclen, no debe coger más color) durante un rato más en el microondas, o dos, lo que es más sencillo: verter sobre el molde el flan, pudding..., y con el mismo calor del horno donde vayamos a hacer el postre se volverá líquido de nuevo.

Con este post ya no tenéis excusa para comprar caramelo "de bote" y para que veais la diferencia aquí os muestro 2 biberones: el primero con caramelo comprado y el segundo con caramelo casero. El primero aparte de dejar residuos tiene un color mucho menos bonito, y por supuesto: el sabor, merece la pena. ¡Ya me contáis!


domingo, 5 de febrero de 2012

Majado de Ajo y Perejil


Hoy comienzo un apartado que llevo algún tiempo queriendo hacer. Es el apartado de "Consejos": un "batiburrillo" de temas dónde os explicaré algunos de mis trucos en la cocina. No sé cuánto dará de sí, pero lo que si tengo claro es que quiero compartir con vosotros lo poco o mucho que os pueda ayudar en la cocina y sacaros de algún apuro. Ya me contáis qué os parece. Y si tenéis alguna sugerencia será bienvenida.

Y empiezo con una de las cosas más útiles que tengo en casa siempre: el majado de ajo y perejil. Seguro que alguna ya lo hace y podrá ratificar su utilidad.

A pesar de tener un blog de cocina y poder dar la impresión de que me paso horas cocinando, nada más lejos de la realidad. Llego a la casa a las 15:15 después del trabajo y la mayoría de los días no tengo nada preparado. Por otro lado me gusta cuidar mi alimentación e intento "compensar" los excesos de dulces con una alimentación basada en la cocina a la plancha al menos 2 o 3 días a la semana.

Y el pescado a la plancha..., no sé a vosotros, pero a mí me pide ajo y perejil. Y no hay nada más cómodo que tener un tarrito en la nevera con esta mezcla ya hecha. Cuando la carne o pescado están casi cocinados se lo añadimos por encima. 5 segundos de fuego y ¡listo! Me ahorro pelar ajos cada vez y tener siempre perejil fresco en casa (pocas veces puedo comprar en la verdulería).

Os cuento en qué consiste. Básicamente se trata de picar con batidora, mortero o similar una combinación de ajo y perejil, y conservar en un tarro con aceite. Suelo hacer dos cabezas de ajos, un buen puñado de perejil y unos 200 ml. de aceite de oliva virgen extra. Estas cantidades son a ojo por lo que varían bastante de una vez para otra, pero siempre sale bien.



Yo suelo picarlo con la batidora a una velocidad baja, triturando sólo lo justo para que trocee y que no llegue a hacerse una salsa de ajo y perejil, sino que queden conservados en aceite. Si tenéis picadora 1-2-3 o tenéis ganas de hacerlo con mortero, seguro que os queda mejor, pero yo atajo y lo hago de ésta forma.

En cuanto a la conservación: un tarro de cristal tapado y un montón de semanas en la nevera. El aceite conserva a las mil maravillas.

¿La utilidad que le doy? Carne y pescado a la plancha o al horno, queso fresco a la plancha, relleno de flamenquines, setas a la plancha, sofrito para comida, pasta (con este majado y unas anchoas simplemente tenéis un plato espectacular). Seguro que se os ocurren muchas más.

Es un básico en mi cocina y os garantizo que os alegraréis de tenerla en casa si soléis usar estos ingredientes.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Bizcocho de Yogur o Bizcocho 1-2-3


A la mayoría de vosotros esta entrada le va a aportar bastante poco, puesto que estamos hablando del bizcocho más conocido, al menos en España, a nivel casero. Pero como no todos mis seguidores son "blogueros-cocineros" y saben hacer esta delicia he pensado poner la receta y dar algunas recomendaciones sobre cómo hacerla o cómo variarla.

Deciros que lo uso como base para otras tartas (yo lo usé para la Tarta de cumpleaños Mickey Mouse que le hice a mi sobrino), aunque hay bizcochos más indicados para esto como el Bizcocho Genovés, pero sinceramente, éste le encanta a los niños, es muy sencillo de hacer y en su variante de chocolate queda espectacular. Y como sabemos que los niños son muy sencillos con la comida no hay ninguno mejor para ellos.

Os pongo la receta:

Ingredientes (para un molde de unos 26 cm.):
  • 1 Yogur Natural (usaremos el vaso como medida)
  • 1 medida de Aceite (100 grs.) (yo uso AOVE, aunque hay quien lo usa más suave o de girasol)
  • 2 medidas de Azúcar (200 grs.)
  • 3 medidas de Harina (200 grs.)
  • 1 sobre de Levadura
  • 3 Huevos
  • Ralladura de limón
La elaboración es facil: simplemente mezclar todos los ingredientes y al horno. Si tenéis prisa podéis hacerlo así: mezclar sin ningún orden todo. Si tenéis algo más de tiempo o queréis "bordarlo" os doy alguna recomendación más:
  • Tamizar la harina con un colador
  • Mezclar primero la harina sola con la levadura para que la ayude a subir mejor.
  • Unir con el resto de los sólidos (azúcar y ralladura)
  • Por otro lado separamos las yemas de las claras y montamos éstas a punto de nieve, con lo que conseguiremos que quede mucho más esponjoso. En la receta original ésto no se hace, pero a mí me da muy buenos resultados.
  • Mezclamos todos los ingredientes, a excepción de las claras.
  • Una vez bien unificados añadimos las claras y mezclamos con movimientos envolventes, es decir, con una espátula vamos "sacando el fondo" hacia arriba y nunca "espachurramos" la mezcla, es sólo sacarla del fondo hacia arriba.
  • Una vez bien unificado vertemos la mezcla en un molde untado con mantequilla y un poquito de harina.
  • Precalentamos el horno a 180º e introducimos el molde.
  • Dejar unos 40-50 minutos (depende de nuestro horno). Deberemos pinchar con un palito (yo uso de brocheta) y ver que salga limpio.
  • Yo corto el horno cuando veo que le quedan 3-4 minutos (cuando casi sale limpia) y dejo el bizcocho dentro para que se acaba de hacer y se enfríe progresivamente, así evitaremos el que se baje.

En cuanto a las variantes os doy alguna idea:
  • Bizcocho de chocolate: sustituimos 3/4 de vaso de yogur de harina por chocolate en polvo (yo uso Valor). Suelo cambiar la ralladura de limón por la de naranja en este caso.
  • Bizcocho con frutas: le mezclo a la masa trocitos de plátano, manzana, pera..., la fruta que más os guste y así queda más sano y jugoso.
  • Podemos sustituir el yogur natural por alguno de sabor, con lo que matizaremos el sabor del bizcocho. Me gusta usar el de limón o el de macedonia, pero cualquiera puede venir bien.
  • Si lo queremos utilizar como tarta podemos rellenarlo de nata, trufa... bañarlo con chocolate o cubrirlo con yema tostada... y tendremos una deliciosa tarta.

miércoles, 8 de junio de 2011

Tarta Paisaje Primaveral


Hoy os traigo una tarta que hice con mucho cariño. Hace unos días fue la comunión de Belén e hicimos una reunión familiar para celebrarlo. Mi prima me dijo si le podía hacer la tarta. ¡Y yo encantada! Y como a Belén le encanta la naturaleza y los animales pensé en diseñarle un paisaje primaveral a base de frutas.

Tenía algunas ideas de algunas tartas que había visto por internet como la famosa "Tarta de mariposas" o las mariquitas de "El mundo de Driwrgy".

El resto, creatividad: frutas de todos los tipos, cortapastas, algo de chocolate derretido y un poco de paciencia para el montaje.

La base: cualquier bizcocho que os guste. Yo puse el Bizcocho de Chocolate y Suero de Leche, aunque también podeis usar desde el Bizcocho Genovés, el típico Bizcocho de Yogur de toda la vida, pasando por un Bizcocho de nata, Bizcocho de chocolate y calabacín y hasta la Tarta Guinness. Todos ellos son bizcochos muy ricos que os pueden valer.

Podéis "calarlo" con algún almibar y al final cubrirlo de un fondo blanco de nata. Luego..., lo que la imaginación os de. ¿Os animais? La ayuda de los niños será fabulosa y se lo pasarán genial. Y al final todos querrán comerse las frutas que forman este paisaje.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Queso, requesón y suero de leche (Qué hacer con leche de cabra)


¡Vaya puente productivo! Cuantas horas de cocina... Pero ha sido con todo el gusto del mundo, sin stress y con ganas de probar algunas recetas pendientes: un montón de derivados de leche, una Tarta de Chocolate con cerveza Guinness y unos Gnocchis de patata con salsa de jamón... Todo estupendo. Pero voy a empezar por orden cronológico. En este post tenéis unas cuántas cosas que hacer con leche fresca de cabra.

Tenía pendiente un encargo de leche fresca de cabra, ¡nada más y nada menos que 10 litros!. La receta del queso fresco llevaba en mi cabeza un tiempo y más cuando me dijeron que podían conseguirme leche fresca de cabra, directamente de la granja. Como siempre empecé a informarme en internet mirando unas cuantas recetas e intentando tener el proceso lo más controlado posible para obtener un buen resultado a la primera (me hubiera fastidiado bastante tener que tirar esos fantásticos 10 litros de leche...). Al final me guié por esta receta que me dió bastante buena impresión. Y con la suerte del principiante conseguí un queso magnífico..., y requesón, y suero de leche... Os cuento todo el proceso.


INGREDIENTES PARA EL QUESO FRESCO:
  • 10 litros de leche de cabra
  • 1/4 cucharadita de café de cuajo en polvo (de venta en farmacias)
  • 1 cucharadita de sal
  • El fondo de un vaso de agua (lo justo para deshacer el cuajo con la sal)
  • 2 trozos de gasa de 50 x 50 cm.
  • Termómetro digital (el Fantast de Ikea va estupendo)
  • 250 grs. de sal gorda

Comentaros que es un proceso largo aunque no requiere estar demasiado pendiente. Tardamos 4 horas desde que empezamos hasta que terminamos, pero casi todo el tiempo son "tiempos muertos" o de espera.

Lo primero que tenemos que hacer es pasteurizar la leche para eliminar las posibles bacterias que pueda tener ésta. Este proceso deberemos hacerlo si la leche no viene envasada, si nos la venden o proporcionan a granel. Si la compramos fresca en un super (envasada) este proceso estará ya hecho y ahorraremos bastante rato (aunque no sé cómo saldrá con esta leche).

El proceso de pasteurización consiste en dejar la leche a unos 63º C durante media hora. Para ello lo único que hay que hacer es poner a calentar la leche teniendo el termómetro a mano. Cuando llegue a esta temperatura bajar el fuego al mínimo o incluso cortarlo (en mi caso, aunque dependerá del tipo y tamaño de nuestro fuego y ollas) y dejarla manteniendo esta temperatura 30 minutos.

Una vez pasada le media hora cortamos el fuego y dejamos reposar la leche hasta que baje la temperatura a 37ºC (a mí se me fue casi una hora). Podemos mover las ollas a un sitio más fresco para acelerar este proceso. Mientras tanto mezclamos en un vaso el cuajo (si no lo usais en polvo seguid las indicaciones del bote), el agua y la cucharadita de sal y removemos. Cuando la leche alcance los 37ºC añadimos esta mezcla y movemos y con el fuego y el termómetro mantenemos esta temperatura 45 minutos. Este es el proceso de Cuajado.

Cuando pase este tiempo veremos como la leche ha adquirido consistencia y en la superficie se ven burbujas de un líquido de color parduzco. Pasamos a "cortarla" con un cuchillo largo en cuadraditos o mejor aun, metemos la mano y deshacemos la mezcla removiendo durante un rato. Cuando esté deshecha agarramos la olla por las asas y pegamos pequeños golpecitos o la giramos a un lado y otro sin parar. De esta forma el queso (la parte dura) se depositará en el fondo de la olla y arriba nos quedará el suero de leche. Cuando se haya posado más o menos el queso procederemos a separar el queso del suero.


Para ello usamos una gasa. Nosotros hicimos el queso en 2 ollas de 5 litros. Para cada una usamos una gasa de 50 cm x 50 cm. Este proceso es mejor hacerlo entre 2. Ponemos una olla grande en el fregadero o en el poyo y sobre ella la gasa y vamos colando el contenido de la olla en la gasa (usando ésta a modo de colador). Una vez colado nos quedará en la olla el suero y en la gasa el queso pero con bastante suero. Para ello hacemos un "hatillo" con ella y dejamos un par de horas el resultado colándose para que vaya soltando el queso todo el suero. Podemos ayudar un poco apretando la gasa o "pinchándola" con el dedo para que vaya eliminando el suero. Conviene durante este tiempo poner la gasa en el recipiente en el que vayamos a darle la forma al queso, puesto que se empezará a endurecer e irá tomando forma.

Una vez pasado este tiempo (depende de los que lo "ayudemos" puede ser desde 10-15 minutos a un par de horas si lo dejamos "a su aire"), ya tenemos el queso (estará ya prensado y mantendrá la forma). Quitamos la gasa y lo metemos en una salmuera de agua con sal gorda para que tome el sabor a sal. En la receta que yo ví ponía medio kilo de sal. Dependiendo del tamaño del queso variará lo salado que nos quede. Para un queso obtenido de 10 litros yo pongo esta cantidad. Si os salen 2 más pequeños tendréis que cambiar las proporciones. Mantenemos el queso en esta solución durante 1 hora. Enjuagamos bajo el grifo y ya tenemos nuestro queso terminado. Con esta cantidad nos salieron 2 quesos con un peso total entre ambos de 1,650 Kgs.

... Pero ahora tenemos una olla llena de suero... ¿qué hacemos? Pues otro manjar: requesón.


INGREDIENTES PARA EL REQUESÓN:
  • Suero de leche (el líquido que ha sobrado de colar el queso)
  • Una gasa o colador grande de malla fina
Igual que el proceso de elaboración del queso es largo en tiempo y requiere de más precisión, el del requesón es sumamente facil. Tan facil como llevar el suero a ebullición. Una vez que hierva bajamos el fuego. Volvemos a subir para que hierva una segunda vez. Y repetimos este proceso una tercera vez. Colamos la mezcla sobre una olla (yo usé un colador de malla fina) y ya tenemos el requesón.

Al igual que el queso requería eliminar todo el suero posible, no pasa igual con el requesón. El suero que suelte por el colador es suficiente. Si lo colamos demasiado nos quedará muy reseco, y a mí, personalmente me gusta más hidratado.

Nos salieron 2 cuenquecitos como el de la foto (éste es el resultado de colar la primera tanda pero quitando demasiado suero, por lo que quedó más duro).

QUÉ HACER CON EL SUERO DE LECHE SOBRANTE:

... Y nos sigue sobrando suero de leche... Aun después de hacer este estupendo Bizcocho de suero de leche. En este caso ya paramos, porque no teníamos tiempo para seguir con el proceso. Después he aprovechado el suero para hacer otras recetas como las Galletas de Avena, unos deliciosos Whoopie Pies, Muffins de Chocolate, el Bizcocho de suero pero en versión chocolate, y en general, cualquier receta que pida leche, yogurt o buttermilk (en estos 2 últimos casos he sustituido una parte por algo de yogur para espesar un poquito.

Igualmente me he quedado con las ganas de hacer la receta del Buttermilk Bread o estos Panes para hamburguesas o estos Muffins de Limón. También me han comentado que antiguamente este suero se tomaba calentito mojado con pan. Está buenísimo, doy fe.

Así es que, aunque de pena no aprovecharlo con estas esquisiteces con este resto le dimos a los gatos y a un cachorro de perro un festín.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Masa de Pizza crujiente


Hoy os traigo una receta que va a gustar a todos: a niños (¿a qué niño no le gusta una pizza?), a jóvenes y a mayores. Casera y ligera (al ser la masa muy finita). ¿Qué más se le puede pedir a una pizza?

Es una receta que vengo haciendo desde hace algún tiempo. Me la pasó mi hermana y la verdad, me encanta. Le he cogido cariño y no hago otra.

En esta ocasión he tenido la suerte de contar con el horno de leña de Fernando y que hace que la pizza esté doblemente rica.

No se tarda mucho en hacer, unos 15 minutos más o menos, y nada que ver con una "base" de pizza congelada ni nada por el estilo. Desde que la hago ya no se compra pizza en mi casa. Además, podéis congelarla, por lo que podéis hacer un día más cantidad y tener preparada para más veces.

La receta es de Gastronomia & Cia, que tiene muchísimas recetas estupendas (ya he puesto más de una en el blog), aunque la versión que os pongo es la que mi hermana ha redactado a partir de esa. A ver cuándo la pone en su blog, porque come pizza cada semana.

Os paso la receta y consejillos para que os salga estupenda. ¡Animaros!

INGREDIENTES (2 pizzas para 2-3 personas):
  • 220 grs. de agua con gas
  • 20 grs. de levadura fresca de panadero (también podéis usar la levadura de panadero en polvo, haciendo las proporciones que indique la caja)
  • 1 cucharada de azúcar
  • 25 grs. de aceite de oliva
  • 10 grs. de sal
  • 400 grs. de harina de fuerza (más un poquito para amasar)

Disuelve la levadura en el agua templada (no caliente, para no estropear la levadura). Añade el azúcar y el aceite.

Mezcla bien e incorpórala a la harina y la sal en una fuente. Recomendaros que empecéis poniendo unos 380-400 grs. de harina y le vayáis añadiendo conforme veáis la necesidad. Si os pasáis de harina quedará muy difícil de manejar, no subirá tanto y es más complicado añadirle humedad a la masa que añadirle harina. Además dependiendo de su calidad y marca puede necesitar más o menos cantidad.

Mezcla con los dedos haciendo círculos y luego amasa dentro de una fuente hasta que la masa se despegue de las paredes (quedará una masa basta). Puede ser que necesites más agua o más harina, dependerá de la marca de harina utilizada.

Una vez esté todo más o menos integrado amasa sobre el mármol de la cocina con un poquito de harina para que no se pegue a las manos ni a la encimera. Verás que la masa va quedando más suave y uniforme. Tras muchas pizzas hechas he descubierto que el proceso del amasado es muy importante para obtener una buena pizza. Necesitamos que la masa quede muy integrada y elástica. ¿Cómo lo consigo? Con unos 10 minutos de amasado (aunque parezca que está integrada desde el primer minuto necesita que todos los ingredientes hagan su función). Este amasado lo hago de varias formas:

- Golpeo: Dándole a la masa porrazos fuertes contra la encimera
- Estiro: Retorciendo como cuando queremos estrujar una toalla llena de agua
- Amaso: Ésto a vuestro gusto. A mí me encanta amasar empujando con las manos.

Combinamos estos 3 métodos a nuestro gusto. Una vez que hemos terminado vemos que la masa es más uniforme, menos grumosa.

Hacemos una bola con la masa de pizza y la dejamos reposar a temperatura ambiente en un bol (si es una habitación caldeada mejor, pero ojo, no le deis calor directo que se nos "chafará").

Cortamos un trozo de film transparente para tapar, untado con aceite de oliva (con esto evitaremos que se nos pegue la masa al film cuando suba). Verás como pasadas unas horas la masa ha crecido mucho y está llena de aire, al cogerla se desinflará pero no te preocupes que es así, es más, ese es el punto.


Llegado el momento de hacer las pizzas. Hacemos las porciones y estiramos la masa procurando que quede una base de pizza fina (yo suelo utilizar un rodillo). Si el amasado ha sido bueno nos costará poquito estirarla. Si lo hemos hecho rápido veremos que la masa es muy difícil de estirar. Si podemos, lo ideal es dejar reposar otro poquito la masa estirada, subirá más y estará mejor.

Precalentamos el horno a máxima temperatura con calor arriba y abajo.

Después cubrimos la masa con los ingredientes que más nos gusten. Yo le pongo (por este orden): tomate frito casero, cebolla cruda en tiritas, queso mozzarella (en lonchas o fresca), los ingredientes elegidos, un poquito de sal (si le hemos puesto verduras), orégano (generoso) y un chorrito de aceite.

Horneamos unos 10 minutos colocando la pizza en la mitad o mitad superior del horno. Os recomiendo ir vigilando para que no se queme pues puede que necesite menos tiempo. Cuando veamos que la masa está tiesa y empieza a coger color por abajo es el momento de cortar el horno, servir y disfrutar.


El secreto para que obtengáis una masa crujiente es que ésta pierda la humedad que tiene, para ello dos consejillos:
  • Calienta el horno con la bandeja que vas a utilizar para hornear de manera que ésta coja una buena temperatura
  • Estira la masa sobre papel de hornear (irá absorviendo parte de la humedad de la masa cuando la metas en el horno), coloca los ingredientes que te gusten encima y colócalo todo (pizza sobre papel) dentro del horno (sobre la bandeja caliente). Mi prueba para ver que tiene el punto crujiente (aparte del aspecto doradito) es levantar un poco la pizza cuando está en el horno y golpearla con los nudillos, si hace toc toc es que está en su punto.
A mí me gusta utilizar mozzarella fresca que le da un gusto suave y rico aunque combinada con mozzarela en lonchas o rallada ya que la fresca empieza a soltar mucha agua durante la cocción. La puedes encontrar a buen precio (69-79 céntimos) en Lidl o Mercadona. En Mercadona venden además una más cara (2 euros y pico) que es auténtica de búfala, pero la de leche normal está muy buena. La mozzarella la pongo sobre el tomate frito (una capa muy finita que solamente manche la masa), y encima de ésta los demás ingredientes.

Para las proporciones comentaros que con la mitad de la masa sale una pizza para dos-tres personas. Es grande pero al ser muy finita no se pone pesada: es bastante más ligera que una pizza precocinada. Yo suelo hacer la receta entera y congelar el resto en porciones en bolsas zip. Cuando la necesitemos la sacamos con tiempo para que se descongele tranquilamente, estiramos y lista.

En cuanto a los ingredientes tened cuidado de no confundir la levadura de panadero con la levadura de los bizcochos ("Royal", por ejemplo). La levadura de panadero se usa combinada con harina de fuerza y la levadura tipo "Royal" se usa con la harina normal o de repostería. Tened cuidado con ésto porque si os equivocáis no os saldrá bien la masa. La levadura de panadero podéis encontrarla en unos cubitos cerca de la mantequilla en Mercadona, al igual que la harina de fuerza que está en la sección de harinas en un paquete rojo y blanco.

martes, 2 de noviembre de 2010

Lemon Curd



Y vosotros diréis ¿pero qué es el Lemon Curd? Eso mismo me pregunté yo hace aproximadamente un año, cuando lo ví nombrar por primera vez. El Lemon Curd es una especie de natilla-crema de limón (yo lo definiría así), pero con un sabor intensísimo a limón y muy natural. A su vez es muy dulce. Una mezcla deliciosa.

Os pongo la receta que servirá de complemento a mis 2 recetas posteriores: Tarta de Yogur con Lemon Curd y Muffins de limón doble.
  • 250 grs. de azúcar (si no tenéis Thermomix debe ser azúcar glass)
  • La piel de 1 limón
  • 175 grs. de zumo de limón (3-4 limones aproximadamente)
  • 120 grs. de mantequilla
  • 4 huevos
Elaboración con Thermomix:
Ponemos dentro de la jarra el azúcar y pulverizamos 30 segundos, velocidad progresiva 5-6-7-8-9-10.
Añadimos la piel del limón sin la parte blanca y pulverizamos 30 segundos velocidad progresiva 5-6-7-8-9-10.
Añadimos el zumo de limón, la mantequilla y los huevos y programamos 20 minutos de temperatura 90º y velocidad 4.

Elaboración Tradicional:
Rallamos la corteza del limón con un rallador aprovechándolo todo lo que podamos. Mezclamos con el resto de los ingredientes. Batimos bien y ponemos a fuego medio. Hacemos una natilla sin dejar de remover hasta que tenga una consistencia homogénea.

miércoles, 14 de abril de 2010

Bizcocho Genovés



¡Qué descubrimiento! y ¡qué fácil! Con el miedo que siempre me ha dado hacer este bizcocho y sólo hay que conocer el "truqui".

Anoche, bicheando por Internet encontré esta receta que me pareció interesante (por fácil y rápida, más que nada y por quién la firma). Es la receta del Bizcocho Genovés de Cristina Galiano.

Yo he usado el método del bol en el fregadero con agua en el punto "¡ay que me estoy quemando!". Será la base para una mona que quiero hacer para esta noche, ya que fue imposible el Domingo de Resurrección. Y como todos los Santos tienen octava...


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INGREDIENTES (para un molde de 26 cm y entre paréntesis si la queréis de 3 pisos, más alta):
  • huevos L (8)
  • 150 g de azúcar (200 grs.)
  • 150 g de harina (200 grs.)
  • 1 sobre de azúcar vainillado (opcional)


Precalentar el horno a 170º C (el mío es sin aire). Si es horno con aire mejor unos 160º.

- SIN THERMOMIX: Poner los huevos con los dos tipos de azúcar en un bol amplio y alto (yo los puse recién sacados de la nevera, pero supongo que si están a temperatura ambiente subirán antes y más). Llenar el fregadero con agua lo más caliente posible e introducir el bol con la mezcla dentro del mismo, será un "baño María" un poco peculiar, sin necesidad de fuego. Ahora con unas varillas batimos la mezcla hasta que doblen o tripliquen su volumen. Cuanto más caliente el agua antes subirán. Una vez que los veamos consistentes añadimos el harina tamizándola y añadiéndola poquito a poquito y mezclando con movimientos envolventes.

-CON THERMOMIX: Ponemos la mariposa en las cuchillas, añadimos los huevos y los dos tipos de azúcar y programamos 6 minutos, 37ºC y velocidad 3 y medio. Cuando termine ponemos otros 6 minutos más a la misma velocidad y sin temperatura. Quitamos la mariposa, añadimos la harina y mezclamos 4 segundos a velocidad 3.

Pues ya está todo. ¿Qué fácil, no? Untamos un molde con mantequilla y harina o si es de silicona ni eso (como fue mi caso), aunque en los de silicona será más complicado de desmoldar.

Añadimos la mezcla y al horno unos 10-15 minutos a 180ºC (habrá que controlar dependiendo de vuestro horno, yo pincho con un palillo de brocheta hasta que salga seco).