Hoy os traigo una receta que va a gustar a todos: a niños (¿a qué niño no le gusta una pizza?), a jóvenes y a mayores. Casera y ligera (al ser la masa muy finita). ¿Qué más se le puede pedir a una pizza?
Es una receta que vengo haciendo desde hace algún tiempo. Me la pasó mi hermana y la verdad, me encanta. Le he cogido cariño y no hago otra.
En esta ocasión he tenido la suerte de contar con el horno de leña de Fernando y que hace que la pizza esté doblemente rica.
No se tarda mucho en hacer, unos 15 minutos más o menos, y nada que ver con una "base" de pizza congelada ni nada por el estilo. Desde que la hago ya no se compra pizza en mi casa. Además, podéis congelarla, por lo que podéis hacer un día más cantidad y tener preparada para más veces.
La receta es de Gastronomia & Cia, que tiene muchísimas recetas estupendas (ya he puesto más de una en el blog), aunque la versión que os pongo es la que mi hermana ha redactado a partir de esa. A ver cuándo la pone en su blog, porque come pizza cada semana.
Os paso la receta y consejillos para que os salga estupenda. ¡Animaros!
INGREDIENTES (2 pizzas para 2-3 personas):
- 220 grs. de agua con gas
- 20 grs. de levadura fresca de panadero (también podéis usar la levadura de panadero en polvo, haciendo las proporciones que indique la caja)
- 1 cucharada de azúcar
- 25 grs. de aceite de oliva
- 10 grs. de sal
- 400 grs. de harina de fuerza (más un poquito para amasar)
Disuelve la levadura en el agua templada (no caliente, para no estropear la levadura). Añade el azúcar y el aceite.
Mezcla bien e incorpórala a la harina y la sal en una fuente. Recomendaros que empecéis poniendo unos 380-400 grs. de harina y le vayáis añadiendo conforme veáis la necesidad. Si os pasáis de harina quedará muy difícil de manejar, no subirá tanto y es más complicado añadirle humedad a la masa que añadirle harina. Además dependiendo de su calidad y marca puede necesitar más o menos cantidad.
Mezcla con los dedos haciendo círculos y luego amasa dentro de una fuente hasta que la masa se despegue de las paredes (quedará una masa basta). Puede ser que necesites más agua o más harina, dependerá de la marca de harina utilizada.
Una vez esté todo más o menos integrado amasa sobre el mármol de la cocina con un poquito de harina para que no se pegue a las manos ni a la encimera. Verás que la masa va quedando más suave y uniforme. Tras muchas pizzas hechas he descubierto que el proceso del amasado es muy importante para obtener una buena pizza. Necesitamos que la masa quede muy integrada y elástica. ¿Cómo lo consigo? Con unos 10 minutos de amasado (aunque parezca que está integrada desde el primer minuto necesita que todos los ingredientes hagan su función). Este amasado lo hago de varias formas:
- Golpeo: Dándole a la masa porrazos fuertes contra la encimera
- Estiro: Retorciendo como cuando queremos estrujar una toalla llena de agua
- Amaso: Ésto a vuestro gusto. A mí me encanta amasar empujando con las manos.
Combinamos estos 3 métodos a nuestro gusto. Una vez que hemos terminado vemos que la masa es más uniforme, menos grumosa.
Hacemos una bola con la masa de pizza y la dejamos reposar a temperatura ambiente en un bol (si es una habitación caldeada mejor, pero ojo, no le deis calor directo que se nos "chafará").
Cortamos un trozo de film transparente para tapar, untado con aceite de oliva (con esto evitaremos que se nos pegue la masa al film cuando suba). Verás como pasadas unas horas la masa ha crecido mucho y está llena de aire, al cogerla se desinflará pero no te preocupes que es así, es más, ese es el punto.
Llegado el momento de hacer las pizzas. Hacemos las porciones y estiramos la masa procurando que quede una base de pizza fina (yo suelo utilizar un rodillo). Si el amasado ha sido bueno nos costará poquito estirarla. Si lo hemos hecho rápido veremos que la masa es muy difícil de estirar. Si podemos, lo ideal es dejar reposar otro poquito la masa estirada, subirá más y estará mejor.
Precalentamos el horno a máxima temperatura con calor arriba y abajo.
Después cubrimos la masa con los ingredientes que más nos gusten. Yo le pongo (por este orden): tomate frito casero, cebolla cruda en tiritas, queso mozzarella (en lonchas o fresca), los ingredientes elegidos, un poquito de sal (si le hemos puesto verduras), orégano (generoso) y un chorrito de aceite.
Horneamos unos 10 minutos colocando la pizza en la mitad o mitad superior del horno. Os recomiendo ir vigilando para que no se queme pues puede que necesite menos tiempo. Cuando veamos que la masa está tiesa y empieza a coger color por abajo es el momento de cortar el horno, servir y disfrutar.
El secreto para que obtengáis una masa crujiente es que ésta pierda la humedad que tiene, para ello dos consejillos:
- Calienta el horno con la bandeja que vas a utilizar para hornear de manera que ésta coja una buena temperatura
- Estira la masa sobre papel de hornear (irá absorviendo parte de la humedad de la masa cuando la metas en el horno), coloca los ingredientes que te gusten encima y colócalo todo (pizza sobre papel) dentro del horno (sobre la bandeja caliente). Mi prueba para ver que tiene el punto crujiente (aparte del aspecto doradito) es levantar un poco la pizza cuando está en el horno y golpearla con los nudillos, si hace toc toc es que está en su punto.
A mí me gusta utilizar mozzarella fresca que le da un gusto suave y rico aunque combinada con mozzarela en lonchas o rallada ya que la fresca empieza a soltar mucha agua durante la cocción. La puedes encontrar a buen precio (69-79 céntimos) en Lidl o Mercadona. En Mercadona venden además una más cara (2 euros y pico) que es auténtica de búfala, pero la de leche normal está muy buena. La mozzarella la pongo sobre el tomate frito (una capa muy finita que solamente manche la masa), y encima de ésta los demás ingredientes.
Para las proporciones comentaros que con la mitad de la masa sale una pizza para dos-tres personas. Es grande pero al ser muy finita no se pone pesada: es bastante más ligera que una pizza precocinada. Yo suelo hacer la receta entera y congelar el resto en porciones en bolsas zip. Cuando la necesitemos la sacamos con tiempo para que se descongele tranquilamente, estiramos y lista.
En cuanto a los ingredientes tened cuidado de no confundir la levadura de panadero con la levadura de los bizcochos ("Royal", por ejemplo). La levadura de panadero se usa combinada con harina de fuerza y la levadura tipo "Royal" se usa con la harina normal o de repostería. Tened cuidado con ésto porque si os equivocáis no os saldrá bien la masa. La levadura de panadero podéis encontrarla en unos cubitos cerca de la mantequilla en Mercadona, al igual que la harina de fuerza que está en la sección de harinas en un paquete rojo y blanco.
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