Mostrando entradas con la etiqueta yogur. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta yogur. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Yogur Griego de Stracciatella y consejos para elaborar yogur casero



Hoy os traigo una receta de yogur que en cuanto vi pensé que quería hacerla, por mí, por Raquel y por Fernando (a los 3 nos encanta el Yogur Griego con trocitos de chocolate). Es del blog "La Juani de Ana Sevilla" y me ha encantado. 

De nuevo me ha picado el gusanillo del yogur casero. Soy muy yogurtera. Casi todos los días me tomo un par de ellos, ya que al no gustarme la leche es la forma que tengo de tomar calcio. Además los dietistas lo recomiendan después de la comida y la cena (ya sabéis: la fruta antes y el yogur después), y a la hora del desayuno también es estupendo.

Y como los sabores naturales son lo mejor y más sano con diferencia, sigo investigando en este tema que tanto me gusta. 

Después de varias pruebas y de leer bastante del tema he llegado a las siguientes conclusiones. 
  • Tamaño: "Divide y vencerás": El yogur es mejor hacerlo en tarros pequeños. Probé con un termo (que se supone debe mantener más la temperatura) y quedó más líquido que el que hice en tarritos. 
  • Temperatura: También he descubierto lo bien que se hacen en el horno y lo espesos que quedan. Debemos intentar mantener la temperatura a 50ºC (ojo, sin pasarnos de este valor, que matamos los "bichitos") el mayor tiempo posible, y para ello el horno, es ideal.
  • Elaboración: Otra cosa que les viene bien es que "intervengamos" en el proceso. Cuando llevan unas horas fermentando es bueno remover un poquito con una cuchara. Con ello conseguimos que se vuelvan a repartir las "bacterias" por todo el tarro y quede un yogur más homogéneo (sin grumos, más espeso y uniforme). Si utilizáis el horno y los tarros de cristal podéis omitir este paso.
  • Suplemento: Si utilizamos un "apoyo" de leche en polvo también conseguiremos más espesor. Si tenéis niños seguro que os agradecen no encontrar un yogur líquido y lleno de "grumos". Yo empecé haciéndolo con leche en polvo. Ahora los prefiero lo más naturales posibles y como consigo el punto de espesor que necesito sin la leche en polvo no la uso. Pero si no os quedan tan consistentes como queréis os recomiendo usarla.
  • Tiempo: Y mi última conclusión: con 10-12 horas de fermentación obtenemos los mejores resultados (antes lo hacía con 8). Por eso lo mejor, al menos en mi caso, es empezar a hacerlos sobre las 8-10 de la noche (para que al menos fermente un par de horas) o a primera hora de la mañana. Conseguimos que terminen a una hora buena para guardarlos en la nevera y tenemos tiempo de "intervenir" en el proceso dando temperatura y removiendo.
Si queréis hacer una receta de yogur natural o azucarado (el de toda la vida) podéis ver la receta en este enlace.


INGREDIENTES (para unos 9-10 tarros de cristal):
  • 700 grs. de Leche Entera (mejor si es de la que venden fresca)
  • 300 grs. de Nata de Montar
  • 100-125 grs. de Azúcar (depende de lo dulce que os guste)
  • 1 Yogur Natural
  • 30-40 grs. de Leche en Polvo (opcional)
  • Chocolate rallado o Virutas de chocolate
  • Termómetro de cocina (si no tenéis Thermomix)
Si queréis hacerlo con Thermomix (que es mucho más rápido y cómodo) seguid las indicaciones de esta receta de Yogur Natural.

Sacamos el yogur de la nevera. Reservamos un vaso de leche de los 700 grs.

Mezclamos el resto de la leche con la nata y el azúcar. Ponemos al fuego y calentamos sin que llegue a hervir, sólo debemos conseguir que se integren bien todos los ingredientes. 

Mientras calentamos un poco la leche (caliente pero que no hierva) que teníamos reservada en el vaso (yo lo hago en microondas) y le añadimos la leche en polvo. Removemos muy bien para intentar que ésta se disuelva totalmente. Para evitar los grumos colamos sobre el resto de la leche y dejamos enfriar toda la mezcla hasta los 50ºC, que es la temperatura ideal para la elaboración del yogur.

Una vez conseguida esta temperatura añadimos el yogur y removemos muy bien para que quede perfectamente mezclado con la leche. Intentaremos hacer la menor espuma posible.

Pasamos a los vasos de yogur y los tapamos (si los tarros no tienen tapa con un trocito de papel de aluminio estará bien) . Introducimos en el horno a 50º C. Cuando consigamos esta temperatura apagamos el horno y dejamos unas horas que repose dentro. 

Aunque el horno aísla bastante y mantiene la temperatura debemos de vez en cuando encenderlo a 50º C y una vez que llegue a este valor ir apagando (no uséis el termostato, hacedlo a mano ya que no hace falta un calor continuo a esta temperatura). Con que hagáis esto dos o tres veces es suficiente. 

Cuando lleve unas 4 horas (yo lo he hecho con 2 y también sale bien) removemos cada uno de los tarros con una cuchara para que se vuelvan a repartir las bacterias de la misma manera por todo el vaso. Volvemos a encender el horno, a apagarlo al alcanzar los 50ºC y dejamos reposar las 8 horas restantes.

Como os he comentado antes yo empiezo este proceso a media tarde-noche. Voy dando temperatura un par de veces y antes de acostarme remuevo y pongo el horno a 50ºC. Cuando llegue a esta temperatura apago. A la mañana siguiente cuando me levanto (si dormís las 7-8 horas de rigor) veréis que el yogur está perfectamente cuajado, totalmente espeso como un yogur comprado. Metéis los tarros en la nevera bien tapados y dejáis enfriar.

Antes de degustarlos añadimos una cucharadita de chocolate rallado o virutas de chocolate y removemos bien. ¡Os encantarán! 

NOTA: En algunos de los tarros quedó una capa dura, como una costra en lo alto. Es la grasa de la nata que tiende a subir a la superficie del tarro. Lo podéis apartar con una cuchara y comer el resto del yogur. También podéis usar nata con menor porcentaje de materia grasa para evitar esto o añadirle menos cantidad.


martes, 9 de noviembre de 2010

Yogur casero



Parece receta de abuela, ¿verdad? Y es que ante la bajada de los precios y la competencia en el mercado tenemos los yogures (¿se dice así el plural?) muy a mano por un módico precio. Pero qué queréis que os diga, cada vez me gusta más lo casero y para mí que estos yogures están muchísimo más buenos que los comprados, tienen un sabor que no se puede comparar, sobre todo con los de marca blanca. Y si tenéis la suerte que alguien os pase leche buena..., ¡pues mejor!.

Como no todo el mundo tiene la misma "infraestructura" os voy a poner varias formas de hacerlo y os ajustáis a la que mejor os vaya. Yo lo suelo hacer con Thermomix o Thermomix + Horno. Con estas 2 opciones podemos prescindir del termómetro, basta con calentar a 50ºC.

Aunque os doy un par de alternativas de fermentación os recomiendo el horno, es la más fiable con diferencia, eso sí, si no tenéis niños pequeños a los que les guste "dar la vuelta a la rueda de la temperatura", os lo digo por experiencia...

Todo el proceso completo y los consejos para que obtengamos un yogur perfecto podéis encontrarlos en esta entrada.


INGREDIENTES (para unos 9-10 tarros de yogur):
  • 1 Yogur natural (también se puede usar Bio y Griego)
  • 1 litro de Leche fresca (de la que venden en refrigerados, que tiene "menos fecha". Puede ser entera, semidesnatada o desnatada)
  • 90-125 grs. de Azúcar o la cantidad equivalente de Edulcorante (si lo queremos "azucarado").
  • 30-40 grs. de Leche en polvo (opcional)
  • Termómetro de cocina (para controlar que la temperatura no exceda de los 50ºC)


ELABORACIÓN EN THERMOMIX o THERMOMIX Y HORNO (esta última es la que yo suelo hacer):

Poner todos los ingredientes en el vaso. Mezclamos 10 segundos en velocidad 4 y programamos 5 minutos, 50ºC, velocidad 1 y 1/2. Después elegimos una de estas 2 opciones:

  • Cuando termine, dejar con el cubilete puesto y sin desmontar el vaso de la máquina. Cubrirlo con dos paños y dejarlo reposar 12 horas (yo tengo una bolsa nevera de tela y cubro la máquina también con eso).
  • Depositamos el yogur en tarros de cristal y procedemos a fermentar en el horno (proceso descrito al final de esta entrada). Os recomiendo esta opción. El yogur queda durito en su tarro y queda más profesional.


ELABORACIÓN EN CAZO:

Se pone la leche en un cazo y se calienta hasta alcanzar los 65ºC. Añadimos el azúcar y la leche en polvo previamente disuelta en un poquito de leche que habremos apartado.

A continuación se deja enfriar hasta que alcance los 50ºC. Es importante realizar todo este proceso para evitar que queden bacterias vivas que puedan estropear el yogur.

Cuando la leche está tibia se le agrega un yogur natural, se remueve bien y se coloca en un recipiente de vidrio o de barro (que no sea metálico). Debemos asegurarnos que la mezcla final esté entre los 40-50ºC, ni más ni menos. Después procederemos a fermentar en horno.



PROCESO DE FERMENTACIÓN RECOMENDADO - HORNO

Esta fermentación es la que me ha dado con diferencia mejores resultados. La única con la que he obtenido un yogur totalmente espeso.

Resumiendo un poco, consiste en dejar el yogur ya en sus tarritos en el horno a 50ºC, aunque no hay que mantener constante esta temperatura, basta con que en dos o tres veces calentemos el horno a 50ºC y cuando alcance esta temperatura apaguemos. El yogur estará hecho cuando hayan pasado entre 8-12 horas.

También se puede calentar el horno simplemente dejando la luz que tiene encendida, sin dar temperatura. Con el calor de la bombilla se consigue la temperatura necesaria, pero como dependerá de la bombilla que tenga vuestro horno, a no ser que lo tengáis controlado con un termómetro no os lo recomiendo.