Para terminar la semana pongo una recetilla salada. Creo que es una estupenda idea para una comida informal en el campo. Parece muy complicada pero es bastante facil de hacer. Además, si no contais con mucho tiempo al final os pongo unos truquillos para ahorrar tiempo.
Una Quiche es un pastel salado proveniente de la Lorena francesa (de ahí el nombre de esta variante: Lorraine). Como toda la cocina francesa tiene un punto de "finura" especial. A mí me encanta. Hay miles de variantes de este producto y cada cual puede ajustarlo a sus ingredientes: bacon, jamón york, espinacas, puerros, cebolla, calabacín... Hay miles de posibilidades, aunque la más extendida es la que lleva bacon (la Quiche Lorraine). También la versión jamón york-puerros es bantante conocida.
Yo os pongo la receta de masa quebrada del libro de la Thermomix. Es muy facil de manejar y no me suele dar problemas, aunque sobra algo de cantidad. Y en cuanto al relleno he optado por la versión de "Las Recetas de Mamá" (aunque con alguna pequeña modificación) que probé gracias al Quiche que hizo mi hermana y que resulta mucho más jugoso que el de la Thermomix.
¿Os animais?
INGREDIENTES (para una Quiche):
Masa quebrada:
- 300 grs. de Harina
- 100 grs. de Mantequilla
- 2 Huevos
- 1 cucharadita de Sal
- 1 cucharadita de Azúcar
- 200 grs. de Bacon ahumado (o jamón york)
- 150 grs. de Queso gruyère (podeis aprovechar cualquier queso que tengais en casa)
- 1 cucharada de aceite
- 200 ml. de nata
- 100 ml. de leche
- 4 huevos
- Sal
- Pimienta
- Nuez Moscada
Para hacer la masa lo único que tenemos que hacer es mezclar bien todos los ingredientes. Cuando tengamos una masa homogénea introducimos envuelta en film transparente en la nevera durante unos 30-60 minutos.
Precalentamos el horno a 180º.
Limpiamos la encimera de la cocina. Espolvoreamos con harina y con un rodillo (al que también le pondremos una poca) estiramos la masa hasta que nos quede del grosor deseado (ni muy fina ni muy gruesa (unos 3 mm.). Es una masa muy facil de trabajar así es que no debemos tener problemas. Cuando tenga un tamaño mayor que el del molde (debemos cubrir los filos también) enrollamos en el rodillo (para que sea más facil de trabajar) y cubrimos el molde previamente untado de mantequilla y harina.
Vamos con la mano acoplando la masa al borde y al fondo y cuando hayamos terminado pasamos el rodillo por encima con lo que cortaremos los bordes sobrantes.
Para que la masa no suba podemos poner encima unas legumbres (el peso de las mismas evitará la subida) o pinchamos bastantes veces con un tenedor la base de la tarta (este método da peores resultados que el de las legumbres).
Introducimos en el horno a unos 170º durante unos 10-12 minutos. A mí no me gusta que se haga demasiado porque luego llevará más horno y como quede demasiado hecha es muy dificil de cortar. En este aspecto prefiero quedarme corta que pasarme.
Mientras la base está en el horno prepararemos el relleno.
Primero vamos a rallar el queso y partir el bacon a taquitos.
Se pone una sartén con la cucharada de aceite y se fríe el bacon, se deja escurrir sobre papel de cocina y se reserva. Se baten los huevos y se mezclan con la nata y la leche, se sazona con sal y pimienta y le añadimos un poquito de nuez moscada.
Sobre la base de la tarta se pone algo más de la mitad del bacon y el queso y a continuación la mezcla de huevo y nata, se reparte el resto del bacon por arriba y se hornea a 180º durante una media hora o hasta que esté cuajado y dorado.
Este pastel es muy versatil y podemos tomarlo tanto frío como caliente. A mí personalmente me gusta más frío o al menos templado, pero no demasiado caliente.
NOTAS:
- Comprar la masa quebrada hecha por lo que como viene estirada solo tendremos que adaptarla a nuestro molde.
- Comprar el queso rallado
- Comprar el bacon en trocitos
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